Atletas saborean las mieles del triunfo en Londres

3 mil metros steeple chase (Varonil). 8:14.12 minutos.

No hubo quien quebrara el dominio keniano en la prueba, en la que han salido victoriosos de forma ininterrumpida en Mundiales y Juegos Olímpicos desde 1987.

El atleta de 22 años se desquitó de haberse quedado con la plata en las ediciones pasadas de 2013 y 2015.

400 metros (Varonil) 43.98 segundos.

Tomándose casi un paseo al trotar en la recta final, el fenómeno sudafricano revalidó su título mundial en los 400 metros y sumó otro laurel a un palmarés que ya incluye un oro olímpico y un record mundial.

Cumplió su carrera sin mayores sobresaltos y, al tener el triunfo asegurado en el último tramo, se dio el lujo de aminorar su fluido paso sobre el tartán del Estadio Olímpico de Londres.

Era obvio que el velocista de 25 años optaba por reservar energías para su gran objetivo en este Mundial: completar un doblete 200-400, y así igualar al legendario Michael Johnson como los únicos en hacerlo en un mismo campeonato.

El bahameño Steven Gardiner se quedó con la medalla de plata, al llegar 43 centésimas después. Abdalelah Haroun, de Qatar, registró 44.48 para colgarse el bronce.

800 metros (Varonil) 1:44.67 minutos

A unos 300 metros del final aceleró el francés para cruzar en solitario la meta y conquistar la medalla de oro. Quien tiene una estatura de un 1.86 metros y 25 años, apareció en la vitrina mundial con su mejor registro del año.

El tres veces campeón de su país y de Europa, noveno y quinto en el los Mundiales de Moscú 2013 y Beijing 2015, respectivamente, sorprendió con ésta su primera gran victoria. Adam Kszczot, de Polonia, volvió a repetir la presea de plata obtenida hace dos años, esta vez con 1:44.95 minutos, y el bronce fue para el keniano Kipyegon Bett, con 1:45.21.

El triunfador llegó a la justa londinense con pocas de entrenamiento a causa de una lesión que lo obligó a posponer el comienzo de la temporada, y por la cual incluso estuvo tomando anti inflamatorios.

Lanzamiento de jabalina (Femenil) 66.76 metros

Una década después de su última consagración en un Mundial, la checa volvió a reinar la prueba.

Después de ganar el oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se alejó de las competencias para ser madre. En su regreso al estadio donde se coronó, se impuso a las chinas Li Lingwei y Lyu Huihui, quienes completaron el podio.

"Todo el día estuve pensando en mi último título mundial que fue hace 10 años en Osaka", compartió.

"En realidad, es casi exactamente cinco años desde mi título olímpico aquí en Londres. Estos hechos me hicieron sentir muy emocional y no podía creer que ya había sido hace tanto tiempo. Yo ni siquiera sé si merezco este título".

El estadounidense -integrante de la Reserva del Ejército de su país- se convirtió en el nuevo comandante en jefe del salto con pértiga.

El medallista olímpico de bronce en Río 2016 superó la barrera de los 5.95 metros en su tercer y último intento, con lo que volvió a dar el oro en la disciplina a Estados Unidos, 10 años después de que Brad Walker lo consiguiera en Osaka.

El polaco Piotr Lisek se quedó con el segundo puesto con marca de 5.89 metros, la misma que el poseedor del récord mundial, el francés Renaud Lavillenie, quien se perdió cuatro meses de entrenamiento de pretemporada por una lesión en la espalda.