Clemente Ruiz Duran

Replantear la relación con América del Norte

México requiere de una diversificación económica para reducir la dependencia comercial de Estados Unidos y deslindarse de su ciclo económico.

El proceso de elecciones en Estados Unidos habrá definido un ganador al momento que se publique esta reflexión, cualquiera que sea el resultado electoral se requiere replantear la relación, lo cual no significa necesariamente distanciarse de este país, sino establecer una relación más equilibrada y basada en el respeto a la soberanía. La posibilidad de diversificar relaciones internacionales puede llevar a México a una posición de mayor autonomía en un sistema internacional en constante cambio.

México requiere de una diversificación económica para reducir la dependencia comercial de Estados Unidos y con ello reducir la dependencia de su ciclo económico, por lo que es necesario diversificar mercados y relaciones económicas, en especial con Asia y Europa, para reducir la vulnerabilidad a cambios en la política estadounidense y sus fluctuaciones económicas.

Un elemento clave será modificar las políticas de migración y seguridad, ya que esta política no solo afecta a México sino a todos los países del sur. La política migratoria estadounidense tiene un impacto directo en América Latina, especialmente en países de Centroamérica y México. Las medidas de seguridad y control fronterizo, así como las políticas de deportación, han generado tensiones y la necesidad de buscar una colaboración más equilibrada y justa. Se requiere que Estados Unidos asuma que requieren de la mano de obra del sur de la frontera para hacer frente a una menor dinámica poblacional en su país. Considerando esta situación no se puede continuar admitiendo que la frontera México–Estados Unidos sea una zona de violencia, debe ser una zona de encuentro organizado que permita un trato adecuado a los migrantes. Es necesario que se reconozca que los trabajadores migrantes desempeñan un papel fundamental en Estados Unidos en sectores como la agricultura, la construcción, el servicio doméstico y el sector de hotelería, sectores donde a menudo hay escasez de trabajadores locales. A lo anterior se agrega que, aunque no todos los migrantes pueden acceder a la ciudadanía o la residencia, muchos pagan impuestos (como el impuesto sobre ventas, renta, etcétera), lo que contribuye a los ingresos fiscales sin necesariamente acceder a los beneficios completos. Estados Unidos tiene que reconocer también que la migración enriquece la diversidad cultural de Estados Unidos, contribuyendo a la cultura, gastronomía, arte y tradiciones del país. En esta perspectiva, el gobierno de México requiere hacer un replanteamiento en materia de migración, un trato justo y digno para los migrantes que son maltratados y violentados, eso no deberá permitirse entre países que son complementarios para su desarrollo económico y social.

A lo anterior debe sumarse un nuevo acuerdo en materia de cambio climático y medio ambiente, a medida que los efectos del cambio climático se vuelven más evidentes, México debe buscar acuerdos que favorezcan la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, áreas en las que las políticas de Estados Unidos han sido inconsistentes. Es necesario un nuevo acuerdo sobre las aguas del rio Colorado de forma que se pueda lograr una administración razonable ante el cambio climático. Asimismo, requerimos replantear la política de áreas protegidas en toda la zona fronteriza, cada día el problema se exacerba y no existe un acuerdo para garantizar que la situación mejore.

México debe renegociar pensando en su soberanía y autonomía política, ya que existe el interés por parte de grandes grupos de la sociedad de establecer una política exterior más autónoma, que no dependa exclusivamente de los intereses y prioridades de Estados Unidos. Es necesario establecer acuerdos que les permitan tomar decisiones más independientes en áreas críticas, como la defensa, la tecnología y la economía. Los intereses estadounidenses deben ser limitados por reglas claras de forma que la relación se convierta en un proceso mutuamente beneficio.

En este replanteamiento requerimos hacer explícita la relación con China y otros países del sur global, ya que estas relaciones están transformando las dinámicas geopolíticas. Muchos países ven en estas relaciones una oportunidad para equilibrar su relación con Estados Unidos, diversificar inversiones y reducir la dependencia. México requiere definir su autonomía en estas relaciones y no aceptar que gane quien gane en las elecciones se limite la expansión productiva en el territorio mexicano independientemente del origen del capital.

México requiere plantearse ser más ambicioso en su trato con América del Norte, tenemos que buscar que se mantenga en expansión la relación, pero en términos de ganar, ganar para todos y no simplemente atendiendo a los intereses estadounidenses, tenemos que marchar hacia la construcción de una comunidad de América del Norte, y no quedarnos estancados en un tratado comercial. En ese sentido se tiene que avanzar también en la construcción de una política de seguridad común, y evitar que las fuerzas de seguridad de Estados Unidos infrinjan la soberanía mexicana como lo han hecho en los últimos años. Es momento de construcción, y por lo mismo, de redefiniciones estratégicas, le toca a México dar el primer paso, esperamos que lo asuma y tome la iniciativa de reestructurar la relación con Estados Unidos y Canadá.

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