Recorre el Mictlán y sus alebrijes en Tlatelolco

Ya no hay que morir para poder visitar y conocer el inframundo del pueblo mexica, el Mictlán, ahora se podrán observar las nueve regiones que lo componen en una exposición interactiva que se instaló en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco.

La también llamada Tierra de los Muertos podrá ser visitada a partir del 25 de octubre hasta el 2 de noviembre con un horario de 9:00 a 20:00 horas de lunes a domingo. Se recomienda visitarla por las noches ya que se aprecian mejor el juego de luces y sonidos de la muestra.

La exposición de Arte y Tradición enfocada en el Día de Muertos está apoyada por la Secretaría de la CDMX, la alcaldía Cuauhtémoc y Grupo Gayosso, quienes con ayuda de los artesanos Mauricio Mercado y Benito Fu pudieron colocar estas esculturas de más de tres metros para el disfrute de las familias.

"Intentamos realizar piezas que fueran más amables para que todas las familias pudieran gozar la exposición, ya que el tema del Mictlán es más oscuro. Esto lo conseguimos con algunos alebrijes que son los que conforman las primeras tres regiones del inframundo como son un Xoloitzcuintle, una serpiente y un armadillo", indicó en entrevista Mercado.

Por su parte el actor Alan Estrada, embajador de "El Viaje al Mictlán" señaló que, como viajero frecuente, ha tenido oportunidad de visitar muchas culturas y la mexicana es una de las más ricas del planeta, por lo que hay que aferrarse a su identidad y tradiciones como el Día de Muertos, pues en un mundo globalizado es fácil perderla.

El Mictlán se compone de nueve regiones que, según los mexicas, las almas tardaban cerca de cuatro años en recorrerlas todas para llegar con los dioses Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl, quienes los recompensaban con el sueño y descanso eterno a quienes lograban superar el trayecto.

El primero es Itzcuintlán, lugar donde habita el perro, donde la mascota ayudaba al alma a cruzar el río Apanohuaia; el segundo es Tepectli Monamictlán, lugar donde los cerros se juntan, ahí el alma debe evitar ser aplastada por las rocas; sigue Iztépetl, la montaña de obsidiana, representada en la muestra por un armadillo gigante; el cuarto punto es Cehuelóyan, lugar donde hay mucha nieve y la ventisca lleva peligrosas aristas de obsidiana.

La quinta región es Pancuetlacalóyan, donde la gente vuela y se voltea como banderas, ahí no hay gravedad y las almas corren el riesgo de que los vientos los regresen al inicio del recorrido; la sexta es Temiminalóyan, donde la gente es flechada; la séptima es Teyollocualóyan, donde te comen el corazón, un jaguar es el encargado de esta tarea; la octava es Apanohualóyan, donde se tiene que cruzar el agua; por último en el Chicunahualóyan donde las almas podían descansar en tibias aguas antes de presentarse a sus dios para descansar por siempre.