En el atardecer, los colores que se aprecian desde el malecón de Mazatlán son un regalo que se guardará en la memoria. Las mansas y cálidas aguas del Pacifico mexicano son la razón por la que en esta época de año gran cantidad de especies permanezcan en sus cercanías.
Centro histórico
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Recorrido obligado para apreciar la belleza de las calles empedradas, el colorido de sus fachadas y los balcones de hierro forjado. Mazatlán se jacta de ser el único puerto del Pacífico que tiene casonas antiguas, kioscos y plazas de referencia colonial.
La vegetación local y las palmeras suman para emprender caminatas, disfrutar de sus cafeterías o comer en algunos de los restaurantes de la Plazuela Machado. No olvides ir a la Catedral y al teatro Ángela Peralta.
Imperdible
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En el paseo en pulmonía debes recorrer el malecón de punta a punta a bordo de carros similares a los de los campos de golf, en los que el aire se cuela por todos lados, de ahí el nombre. Fueron patentados por el puerto y no se pueden replicar en otro lugar, otra razón para abordarlos. Visita el Faro, que ofrece una de las mejores vistas del lugar.
Ir a La Perla del Pacífico y no probar una selección de sus manjares marinos es un desperdicio. La variedad es amplia, los conceptos que ofrecen clamatos, música de banda y mariscos se multiplican por doquier, pero hay secretos locales pocas veces compartidos como Los Polines, local con puesto ambulante incluido. Aguachiles, ceviches, pescado zarandeado, sashimi y salmón son la especialidad. Es un negocio familiar con 67 años de tradición, en el que se sirven desayunos desde las 9 de la mañana.
La frescura y calidad del marisco son razones para visitarlo, por ello es recomendación frecuente de los cocineros locales. Actualmente es atendido por Carlos Coronado y se ubica en Melchor Ocampo 907, a una calle del Mercado Pino Suárez.
Altamar
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La pesca deportiva es uno de sus principales atractivos. En invierno los peces se repliegan a la costa por el enfriamiento del agua, por lo que con facilidad se encuentran marlín, dorado, atún, pargo y lobina. Todas las opciones se ciñen al programa de pesca responsable y conservación de especies del gobierno local. Hay diversidad de opciones para salir a altamar.
Se pueden encontrar pangas, yates de 36 pies y de lujo (la renta por cinco horas va de 350 a mil dólares), en los que se practica pesca de fondo y a mar abierto. Si no eres experto, no te preocupes, igual puedes disfrutar de la experiencia en tours guiados.
Los recorridos por la bahía y la observación de ballenas y delfines son una opción para compartir en familia, igual que el recorrido por las tres islas: pájaros, venados y lobos marinos, nombradas así por las especies que residen en ellas. Las tres son paraísos tropicales y se llega a ellas vía marina. Ahí se practica snorkel y kayak.
Esta nota fue publicada originalmente el 10/01/2018
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