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UNAM busca ahorrar energía con materiales de construcción

La UNAM desarrolla un proceso para medir el desempeño térmico de las paredes y techos con el objetivo de que los materiales para la construcción ayuden al medio ambiente; con esta metodología se podría ahorrar hasta 40 por ciento de consumo de energía en el hogar o edificios.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desarrolla una metodología para evaluar el desempeño térmico de paredes y techos, con el fin de ayudar a los arquitectos a elegir materiales de acuerdo con las condiciones climáticas de la zona.

Con esta metodología se podría ahorrar hasta el 40 por ciento del consumo de energía eléctrica del hogar o edificio, destacó el estudiante de doctorado, Luis Efraín Moreles, en una entrevista con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Moreles, quien estudia el doctorado en ingeniería en Arquitectura Bioclimática, explicó que los llamados materiales de cambio de fase permiten el uso de energía solar de manera continua, almacenándola durante el día y liberándola por la noche.

Estos elementos son placas hechas de ceras, parafinas o desechos orgánicos que se encuentran en estado sólido por debajo de cierta temperatura y que al absorber energía solar aumentan su temperatura e incrementan la masa térmica de las paredes y techos.

"El objetivo de estos materiales es moderar la transferencia de energía del exterior hacia el interior, volviendo confortable la edificación y disminuyendo el uso del aire acondicionado y, por consiguiente, el uso de energía", indicó Moreles.

Agregó que el uso de estos nuevos materiales, que aún no se emplean en México pero que ya usan algunos países como Francia, Estados Unidos y Alemania, equivale a tener muros masivos como el adobe, pero con un espesor mínimo de alrededor de cinco milímetros.

Para obtener el mayor beneficio de estos nuevos materiales y que funcionen de manera óptima, el universitario comentó que es necesario encontrar cuál es el punto de fusión adecuado.

Por ello, se aboca a realizar un estudio más detallado de las propiedades como conductividad térmica, densidad y espesor para, incluso, identificar cuál es la mejor ubicación dentro de la pared o techo.

De acuerdo con el investigador, el sector residencial es el tercer consumidor de energía tanto a nivel nacional como mundial, solo superado por los sectores industrial y de transporte.

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