Transporte y Movilidad

Apostar por la movilidad eléctrica

El mercado de autobuses eléctricos en el mundo crece a un ritmo de 27.2% desde el 2019.

Para el 2027 se proyecta que el tamaño del mercado mundial de autobuses eléctricos alcanzará las 935 mil unidades, estima el estudio "Cuota de mercado global de autobuses eléctricos, Datos de pronóstico, Análisis en profundidad y Pronóstico, 2020-2027" realizado por la consultora Apex Market Research.

La consultora asegura que este mercado crece a un ritmo de 27.2 por ciento desde el 2019, cuando solo se registraron 137 mil unidades.

Para la región de América Latina, la empresa E-Bus Radar, que monitorea las flotas de buses eléctricos en los sistemas de transporte público en la zona, reportó que al mes de abril había ya 1,229 autobuses eléctricos operando.

De los cuales Chile encabeza la lista con 452 autobuses eléctricos, seguido de Brasil con 247 unidades y México con 238 vehículos.

De estos últimos, 25 circulan en Guadalajara, Jalisco y 213 en la Ciudad de México. Siendo 130 de ellos, trolebuses que fueron adquiridos por el Gobierno de la Ciudad.

En pro del medio ambiente

Tomando en cuenta que de acuerdo con el Balance Nacional de Energía (2016) de la Secretaría de Energía (Sener), el sector transporte consume cerca del 47 por ciento de la energía a nivel nacional y contribuye con el 26 por ciento de las emisiones de CO2, la electromovilidad se presenta como una opción para reducir esos índices.

De acuerdo con Jorge Suárez, desarrollador Senior de Electromovilidad de Engie México, la electrificación del transporte representa una oportunidad para transformar este servicio y contribuir a la reducción de emisiones CO2.

Aunado a esto, el ahorro en costo energético en las unidades eléctricas es superior en un 60 por ciento, en comparación con un vehículo diésel.

Esta empresa que ya tiene en fase piloto su proyecto para incorporar midibuses eléctricos en el circuito escolar de Ciudad Universitaria, estima que una de estas unidades eléctricas deja de emitir 16 toneladas de CO2 al año, en comparación con un vehículo que consume 6 mil litros de diésel anualmente.

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