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Mexicanos alistan pulsera que detecta riesgos en la salud

Esta pulsera inteligente creada por investigadores del Tec de Monterrey es capaz de medir la frecuencia cardiaca, temperatura y otros signos para reconocer una emergencia.

Un grupo de investigadores del Tecnológico de Monterrey adaptó una pulsera inteligente para que sea capaz de medir signos físicos y determinar si una persona está en riesgo.

El dispositivo se enfoca en detectar a tiempo problemas de salud, amenazas a la integridad física o un accidente de auto. Si se registra un patrón anormal, el wearable genera una alarma que permite la ubicación del usuario para que llegue la asistencia médica.

De acuerdo con Luis Trejo, profesor, investigador y uno de los líderes del proyecto, la tecnología que diseñaron y adaptaron a la Microsoft Band permite explotar las funciones de los sensores que el wearable integra para identificar situaciones de riesgo en el usuario que la porta.

"La pulsera nos da datos crudos a través de sensores fisiológicos, como el de frecuencia cardiaca, el de temperatura de la piel y un sensor que tiene que ver con el intervalo RR, el cual es el número de segundos que transcurre entre los dos últimos latidos del corazón, por ejemplo. Lo que nosotros hacemos es utilizar algoritmos del área de reconocimiento de patrones y después de un entrenamiento previo, lo que son capaces de hacer es de reconocer a través de la combinación de estos sensores si el usuario se encuentra en condiciones normales o si se encuentra en una potencial situación de riesgo", detalló.

Entre los sensores que contiene el wearable de Microsoft están un pulsómetro óptico, acelerómetro, barómetro, GPS, sensor de luz ambiental, y sensor de UV.

Una vez que el wearable captura los datos, si los algoritmos detectan un patrón anormal del comportamiento habitual del usuario, el dispositivo tiene la capacidad de generar una alarma vía Bluetooth en su smartphone y permite su ubicación y asistencia por parte de cuerpos de emergencia.

Los investigadores crearon una base de datos de personas que participan en las pruebas para entrenar los algoritmos.

"Tenemos 25 usuarios voluntarios con una edad máxima de 53 años con diferentes características físicas, tanto de hábitos cotidianos y fisiológicos. Esos usuarios de manera voluntaria la portan y con el desarrollo de la aplicación permite comunicarse con los sensores de la banda y leer toda la información. Estamos hablando de un millón y medio de registros que se generan a la semana por usuario", detalló.

La pulsera es la segunda parte de un proyecto que inició en 2010, en el que también se generaban alarmas de riesgo, pero manualmente.

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