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Los drones llegan a 'ponerle' fin a la era de los trabajos peligrosos para los humanos

Empresas como AT&T y Royal Dutch Shell utilizan estas máquinas con un objetivo: reducir la tasa de mortalidad en lugares tan agresivos como el interior de chimeneas industriales.

Este es un trabajo que a cualquier persona le gustaría delegar a un dron: imagina arrastrarte por una escalera en la oscuridad de un tanque de almacenamiento de 20 pisos de altura, lleno de humos químicos tóxicos, con el objetivo de buscar corrosión.

Más de mil trabajadores estadounidenses han muerto haciendo labores en espacios reducidos en la última década. Uno de ellos fue Clinton Miller, de 43 años, trabajador de AkzoNobel que se desmayó tras ingresar a un tanque para recoger un pedazo de basura en una planta química de Carolina del Norte el año pasado.

¿La causa? Se descubrió después que el nivel de oxígeno era de solo 11 por ciento dentro de la estructura, según un informe federal sobre el incidente.

Al rescate de estos trabajadores llegaron los drones. Empresas como Dow, AT&T, BASF y Royal Dutch Shell comenzaron a incorporar flotas de autómatas voladores para hacerse cargo de sus tareas más peligrosas. Ascender varios cientos de metros para inspeccionar tanques y torres, atravesar túneles claustrofóbicos para reemplazar una pieza defectuosa o asomarse a las fauces de una chimenea son trabajos para los cuales se están diseñando robots, indican las compañías.

"Vemos estas tareas y nos preguntamos '¿hay alguna manera mejor de que podamos hacer esto sin poner en riesgo al trabajador?' La respuesta es sí. Podemos enviar un dron", señaló Chris Witte, gerente de la planta del gigante químico BASF en Freeport, Texas.

Ahora es común ver a una flota de aviones no tripulados volando todos los días cerca de las instalaciones, mientras que los trabajadores de BASF están lejos de andamios y tanques.

Más allá de todo lo que se ha dicho sobre la automatización y la robótica como reemplazo a la mano de obra humana, estas nuevas cualidades de los drones muestran cómo la tecnología puede reducir los costos de las empresas, disminuir drásticamente los riesgos e, incluso, salvar vidas.

Por ejemplo, he aquí otro caso: las inspecciones de bengalas en las refinerías de Shell solían durar días, explicó Randy Burow, gerente de salud y seguridad. Para que los trabajadores se acercaran lo suficiente a las chimeneas a fin de verificar la luz piloto había que desconectar el sistema y luego los trabajadores eran izados en una canasta a varios metros de altura hasta la parte superior de la chimenea. Ahora los drones pueden completar la inspección en cuestión de horas.

En 2017, 166 trabajadores estadounidenses murieron en espacios reducidos, pero esa cifra palidece en comparación con los 887 fallecidos por caídas, la segunda mayor causa de muertes en el lugar de trabajo después de los accidentes automovilísticos, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales del país.

Por ello, AT&T ha invertido en una gran flota de drones para inspeccionar sus 65 mil torres de telefonía móvil en EU. Hacer labores en ellas es particularmente peligroso: la tasa de muertes es 10 veces mayor que la de los trabajadores de la construcción.

El gigante de las telecomunicaciones ha utilizado drones para eliminar 5 mil subidas de torres en los últimos 18 meses, detalló Art Pregler, director del programa de drones de la empresa de telecomunicaciones.

Con cámaras de alta calidad incorporadas, drones cada vez más ágiles operados por un humano terrestre pueden llegar a la cima de una torre en minutos, flotar entre los marcos de acero y acercarse para inspeccionar en primer plano. Envían imágenes tan detalladas que los trabajadores en tierra pueden contar las roscas de un perno, expuso Pat Dempsey, quien supervisa el mantenimiento de telecomunicaciones en la empresa energética PSEG.

"El hecho de no tener que hacer que una persona suba por la torre cambia las reglas del juego desde el punto de vista de la seguridad", remarcó.

Incluso con precauciones que incluyen equipos de seguridad, monitoreo del aire y trabajadores de rescate en espera, las cosas igual pueden salir mal en espacios reducidos.

Dow, uno de los mayores fabricantes de químicos del mundo, utilizó robots para más de mil entradas a espacios reducidos en 2018 y para otras mil inspecciones externas que implicaron mucha altura, reduciendo significativamente los riesgos para sus trabajadores.

El objetivo de la compañía es reducir el número de ingresos humanos a espacios reducidos a cero en 2025. Eso exige desarrollar drones que puedan realizar reparaciones y otras tareas, en lugar de simplemente transmitir video, según Billy Bardin director tecnológico de Dow.

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