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La música por streaming, el 'dolor de cabeza' de los artistas

Aunque las plataformas como Spotify ayudan a distribuir los materiales de cantantes y grupos, sus ganancias son menores a lo que se podría esperar.

Crear música rinde poco. Comercializarla rinde mucho más.

Los músicos recibieron sólo el 12 por ciento de los 43 mil millones de dólares en ventas generados por su trabajo en los Estados Unidos el año pasado, según un informe dado a conocer el lunes por Citigroup.

Esa cifra incluye los ingresos por las ventas de CDs, el streaming bajo demanda, la publicidad en YouTube, las regalías por transmisión por radio y las entradas a conciertos.

El informe probablemente refuerce antiguas quejas de que los sellos discográficos y las compañías tecnológicas se enriquecen con el trabajo de los artistas.

El salario de los artistas se estancó durante casi una década después que la música se trasladó a internet, obligando a los cantantes y grupos a hacer más giras para aumentar sus ingresos.

Las compañías tecnológicas, las emisoras de radio y los sellos discográficos se quedan con el porcentaje más grande de la venta de música, según el informe, incluidos más de 15 mil millones de dólares de ingresos por publicidad.

El gasto de los consumidores en suscripciones, CDs y entradas a conciertos generó más de 20 mil millones de dólares el año pasado. Las empresas de música, como las discográficas, recibieron casi 10 mil millones de dólares, mientras que los artistas se llevaron a casa sólo 5 mil 100 millones de dólares.

Los artistas todavía "no reciben un porcentaje justo de los recursos económicos", dijo Jason Bazinet, analista de Citigroup que redactó el informe.

Se propuso estudiar si a los artistas se les paga tan poco como ellos sostienen desde hace años. "La respuesta es sí", señaló.

Opción del streaming

El informe podría contribuir a impulsar aún más a los músicos a los brazos de los servicios de streaming como Apple y Spotify, que podrían ofrecerles un porcentaje mayor de las ventas si renuncian a un contrato discográfico.

Spotify ha dado dinero a los artistas jóvenes para sostener el desarrollo de su carrera, con la esperanza de que eso los aliente a publicar música directamente en ese servicio.

Separar a los artistas de los sellos discográficos permitiría a los servicios reducir drásticamente sus costos. El streaming abona la mayoría de sus ventas a los titulares de los derechos, relación que le impide obtener ganancias. Spotify perdió mil 240 millones de euros (mil 500 millones de dólares) en 2017.

La creciente popularidad del streaming por pago ha impulsado las ventas de los sellos discográficos, pero también redujo su papel en el proceso de distribución y marketing de música.

La colocación del producto en las tiendas Target ya no importa tanto como antes. Las discográficas tendrán que adaptarse dando a los artistas contratos más favorables, según la asesora de la industria, Vickie Nauman.

"Como la industria musical tiene tantos intermediarios –y como el consumo de música está tan fragmentado en diversas plataformas-, el artista se queda con muy poco de los ingresos acumulados", explicó Nauman.

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