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La lógica atrás de un 'refri' que cuesta 8,500 dólares

Los problemas de seguridad de las lavadoras marca Samsung, que supuestamente estallan durante el uso normal, podrían favorecer a firmas como LG, que publicita electrodomésticos de la última tecnología.  

El teléfono Note 7 no es el único producto de Samsung con problemas. La Comisión de Seguridad de Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC, por sus siglas en inglés) trabaja con la coreana para resolver cuestiones de seguridad en sus lavadoras.

Los clientes que compraron ciertas lavadoras Samsung deben usar únicamente el ciclo delicado para prendas voluminosas como sábanas para reducir el riesgo de "daño por impacto o daños a la propiedad", advirtió la CPSC en septiembre tras una serie de quejas de consumidores, incluida una demanda colectiva que alega que las máquinas de Samsung "estallan durante el uso normal". La compañía se negó a comentar.

Pero lo que es malo para Samsung puede ser bueno para su rival, LG, que ha publicitado aparatos equipados con la última tecnología. En septiembre, la compañía lanzó un refrigerador con una pantalla táctil de 29 pulgadas con corazón Intel y Windows 10; la computadora almacena recetas y envia alertas de ingredientes a una aplicación móvil. Unas semanas más tarde, LG montó una exposición en el Rockefeller Center de Nueva York para mostrar su línea de electrodomésticos de gama alta, incluido el refrigerador Signature con puertas que se abren cuando un sensor detecta tu pie. Y si tocas la puerta dos veces, el panel de vidrio opaco que cubre la puerta se transparenta, dejando ver lo que hay dentro.

Con un costo de 8 mil 500 dólares, el refrigerador Signature encarna el creciente esfuerzo de LG para reclamar una tajada del mercado global de electrodomésticos de 381 mil millones de dólares con nuevos productos. Como un purificador de aire de mil 700 dólares que contiene un sensor que puede detectar partículas de una micra de diámetro, y analizarlas en el monitor de calidad del aire del dispositivo.

Una secadora de gas de 2 mil 100 dólares que se programa a distancia, utilizando un teléfono y Wi-Fi. Una lavadora de dos unidades de 2 mil 880 dólares que puede manejar simultáneamente dos cargas con diferentes necesidades, por ejemplo, ropa blanca y de color.

"Esto es sólo el comienzo", dijo William Cho, presidente de LG para Estados Unidos. Los ingenieros de LG están trabajando para conectar los dispositivos inteligentes, junto con los sensores de movimiento y similares, a una aplicación denominada SmartThinQ.

En septiembre, la compañía anunció una versión de la aplicación que funciona con el asistente virtual de Amazon.com, Alexa, para gestionar las aplicaciones a través de comandos de voz. "En el próximo par de años verán productos mucho más sólidos combinando tecnología y diseño", indicó Cho.

Samsung lleva una delantera temprana. Su refrigerador con capacidad Wi-Fi de 5 mil 800 dólares, introducido en enero, permite a los usuarios navegar por Internet, mostrar fotos, crear listas de comestibles y escuchar música con Pandora y otras aplicaciones a través de altavoces incorporados. Samsung dijo en una declaración enviada por correo electrónico que sus clientes quieren dispositivos conectados y ese es su compromiso.

LG se juega mucho más. Los televisores y electrodomésticos son sólo una pequeña porción en el portafolio de Samsung, que, a pesar de la retirada de sus smartphones, se ve fuertemente apuntalado por su negocio de fabricación de chips.

La división de teléfonos inteligentes de LG ha perdido dinero por seis trimestres consecutivos y, a diferencia de Samsung, los electrodomésticos son su principal puntal y punto positivo, representando el 35 por ciento de los ingresos el trimestre pasado.

Jason Low, analista de Canalys, dijo que no está claro si hay suficientes personas que quieran electrodomésticos inteligentes para que ese mercado sea una estrategia a largo plazo. ¿cuántos consumidores querrán un purificador de aire sensible a los micrones o un frigorífico que reproduzca música?"Podrían pensar que complican las cosas en lugar de hacerlas más fáciles".

Sin embargo, LG y Samsung tienen que pensar a largo plazo. Las marcas chinas están ganando terreno en los negocios de teléfonos inteligentes y televisores de gama alta, y los márgenes se están reduciendo. Por ahora, los electrodomésticos de próxima generación parecen una apuesta más segura, señala Mark Newman, analista de Sanford C. Bernstein. "Tienen que reclamar el segmento superior del mercado. No tienen otra opción", dice.

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