Olvídate de la leche tibia y otras recetas caseras para tener un buen sueño. Un nuevo estudio de la Universidad de Pensilvania sugiere que el pescado puede ser la clave para tener una noche con un sueño de calidad.
La investigación, publicada en Scientific Reports, encontró una asociación entre el consumo regular de pescado y la alta calidad del sueño entre los estudiantes chinos, probablemente gracias a los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en los peces.
Como resultado de una mejor calidad en el sueño de los niños, los investigadores encontraron que los menores también obtuvieron mejores puntajes en las pruebas de IQ.
"Existe una relación entre el consumo de pescado y un funcionamiento cognitivo superior. Lo que documentamos es que un mejor sueño es lo que explica esta relación", dijo Adrian Raine, uno de los autores del artículo y profesor de criminología, psiquiatría y psicología en Penn.
"De A a B a C: del consumo de pescado a un mejor sueño y esto lleva a un mayor funcionamiento cognitivo".
Metodología
Los investigadores pidieron a 541 estudiantes de China entre 9 y 11 años que describieran sus hábitos alimenticios, incluida la frecuencia con la que comían pescado. Mientras tanto, a sus padres se les pidió que respondieran preguntas sobre los patrones de sueño de los niños.
Luego, los investigadores administraron pruebas de IQ cuando los niños cumplieron los 12 años.
Encontraron vínculos entre el consumo regular de pescado (cuanto más, mejor) con una mejoría en el sueño y finalmente un puntaje más alto en IQ.
Pero, explica Raine, parece que muchos de los beneficios cognitivos se remontan a la hora de acostarse. "El cerebro es mucho más plástico durante el desarrollo infantil", dice. "Podríamos anticipar que el consumo de pescado desde etapas tempranas de la vida puede ser algo particularmente beneficioso para el sueño y el funcionamiento cognitivo de un niño".
Si bien, el análisis se enfocó en los niños, Raine afirma que "es bastante razonable imaginar que estos hallazgos también pueden aplicarse a los adultos", citando algunas investigaciones que muestran que los ácidos omega-3 pueden alterar el funcionamiento psicológico de los humanos.
Comer pescado algunas veces al mes puede mejorar el funcionamiento del cerebro, agregó Raine.
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