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La basura de Apple podría ser el tesoro de India

Apple asume el reciclaje un enfoque similar al de la fabricación, detallando cuidadosamente los procedimientos que deben llevar, hasta el punto de medir los dispositivos gramo por gramo conforme pasan por el proceso de renovación o destrucción.

Un plan de Apple para importar iPhone usados a India parece, a primera vista, un choque entre las partes a medida que negocian una serie de concesiones.

Por un lado, la compañía estadounidense quiere poder renovar y revender sus teléfonos en India, donde los dispositivos tienen un precio que está fuera del alcance de la mayoría de los consumidores. Por otro, el gobierno está lógicamente preocupado de que el país se convierta en un vertedero para la basura electrónica mundial y que no logre realizar sus expectativas de convertirse en un centro global de fabricación.

Durante un tiempo, parecía que Apple había descartado la idea de importar y revender, una táctica que con probabilidad iba dirigida a suavizar la discusión de cara a asuntos más importantes en su lista de prioridades, como la relajación de las leyes de abastecimiento local y las normas de etiquetado. Ahora, Apple quiere colocar otra vez el asunto sobre la mesa, según Saritha Rai de Bloomberg.

Ambas partes tienen razón. Las preocupaciones de India están por completo justificadas, porque hay altas probabilidades de que el país sea inundado de basura electrónica en momentos en que los fabricantes buscan formas de reciclar el 70 por ciento, en peso, de los dispositivos producidos siete años antes.

Es probable que los productos o componentes que no se reutilicen se conviertan en basura, una alternativa tóxica.

Ahí es donde Apple e India podrían convertirse en socios en lugar de adversarios. Además de contar con una de las cadenas de distribución más sofisticadas del mundo, el fabricante del iPhone tiene una logística inversa muy avanzada, y paga a empresas para que reciban su basura electrónica.

Tal y como expliqué el año pasado, Apple asume para el reciclaje un enfoque similar al de la fabricación, detallando cuidadosamente los procedimientos que deben llevar a cabo sus socios, hasta el punto de medir los dispositivos gramo por gramo conforme pasan por el proceso de renovación o destrucción.

La directora de medio ambiente de Apple, Lisa Jackson, habló el año pasado sobre la expectativas y desafíos a la hora de reciclar los dispositivos de la compañía.

Es difícil, porque son piezas que son muy complejas de producir.
Pero con las dificultades llega la oportunidad. La operación es rigurosa, larga y laboriosa. Es perfecta para un país en vías de desarrollo que quiere construir una habilidad operativa, ofrecer trabajos cualificados y ganar dinero.

Para que funcione, India requiere imponer y aplicar estrictas leyes de reciclaje; entre ellas, una política de vertedero cero. También necesita el compromiso por parte de empresas como Apple de que todo el trabajo de reciclaje se hará en India, en lugar de que sean solo algunos procesos "sucios" y de que las compañías se encarguen del costo total de la logística inversa, de principio a fin.

Por supuesto, renovar y reciclar las sobras electrónicas del mundo no tiene tanto atractivo como fabricar los nuevos aparatitos de moda desde el principio, pero hay muchas probabilidades de que se puedan crear incluso más empleos al lidiar con las sobras que mediante el trabajo simbólico de armar iPhones prefabricados que todavía estarán fabricados, en su mayor parte, en China.

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