Karma Automotive, automotriz de propietarios chinos conocida antes como Fisker Automotive, dio otro paso en su resurrección al presentar por internet su sedán híbrido eléctrico que busca competir con el Model S, el coche eléctrico de Tesla.
La automotriz resucitada mostró el flamante Revero, que superará el precio de lista de 115 mil dólares del Fisker Karma original cuando comiencen las entregas, a más tardar en el primer trimestre del año que viene.
El coche podrá cubrir unos 80 kilómetros usando sólo electricidad antes de pasar a un motor a gasolina, dijo el director de ingresos, Jim Taylor. También cuenta con un panel solar en el techo que puede recargar la batería, señaló.
El plan de Karma es vender un sedán deportivo exclusivo a quienes hoy compran el Tesla Model S y otros coches deportivos caros.
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Dependiente del Wanxiang Group y de su presidente, Lu Guanqiu, Karma es una de varias empresas de coches eléctricos con respaldo chino que apuntan al mercado estadounidense con vehículos eléctricos para hacerle la competencia a Tesla Motors.
"Creemos que estamos en el territorio de Tesla", dijo Taylor en entrevista telefónica. "Si se tratara sólo de estilo, iríamos cabeza a cabeza con Aston Martin y Maserati. Pero a esos compradores también les interesa la tecnología".
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Karma es una de las primeras en usar paneles solares para recargar la batería de alto voltaje que impulsa el motor de un auto en producción.
El modelo original de la compañía predecesora, el Fisker Karma, utilizaba un panel solar para recargar la batería de 12 voltios que transmitía electricidad a las luces y otros accesorios, y Toyota empleó energía solar en el Prius para hacer funcionar el sistema de ventilación.
El nuevo modelo eléctrico de Toyota, el Prius Prime, que saldrá a la venta este año, vendrá con un panel solar opcional para recargar la batería para los compradores en Europa.
La energía solar es un componente importante en la visión del CEO de Tesla, Elon Musk. Él propuso de fusionar a Tesla con SolarCity, en la cual posee una participación del 22 por ciento.
Musk quiere que sus compradores puedan adquirir sus autos y luego recargarlos con energía solar en sus casas. Varias de las estaciones de carga rápida de Tesla también funcionan con energía solar.
Karma viene trabajando para volver a producir coches desde que su empresa predecesora, Fisker, no pudo pagar un préstamo del gobierno estadounidense y se declaró en bancarrota en 2013.
Wanxiang, un fabricante de autopartes, compró sus activos en la quiebra, al año siguiente. La empresa ha presentado documentación para abrir una fábrica de 375 millones dólares en Hangzhou, China.
De manera similar a la estrategia de Tesla con modelos de poco volumen de ventas como el primer Roadster y el Model S, Karma quiere aprovechar el Revero para comenzar a desarrollar sus capacidades y propiedad intelectual y poder terminar construyendo autos con volúmenes más altos, dijo Taylor.
La empresa predecesora vendió dos mil unidades, dijo Taylor. Sus dueños tendrán la primera oportunidad de reservar y comprar el modelo nuevo esta semana, anticipó él.
Karma, con sede en Costa Mesa, California, fabricará unos 900 Revero en el primer año y luego incrementará la producción, dijo Taylor.
"Esos dueños son muy apasionados, casi fanáticos", dijo él. "Queremos darles la primera oportunidad de probarlos".