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Snapchat es un 'ratón loco' en Wall Street

La red social enfrenta dudas en su salida a Bolsa, como en su momento las tuvieron Google y Twitter, y es que los inversores saben que prenderá, pero no adónde irá a parar, si al éxito, o al fracaso.

Comencemos por esto: comprar acciones en la oferta pública inicial (OPI) de Snapchat la próxima semana es un acto de locura.

Es una locura comprar acciones de una compañía que registra ingresos desde hace solo dos años y tiene una pérdida de 1.27 dólares por cada dólar de ventas en 2016, una valuación más alta que prácticamente todas las otras compañías de tecnología y todo el poder de decisión en las manos de dos veinteañeros.

Pero ésta es la parte complicada de esta locura: por sabios que sean los pronósticos, es difícil predecir qué candidato controvertido y sobrevalorado a una OPI terminará siendo una inversión inteligente y qué candidato controvertido y sobrevalorado a una OPI será un fracaso.

En este momento de nuestra vida, es casi imposible distinguir a un loco del otro.

En el período previo a la oferta pública inicial de muchas destacadas compañías de internet, la gente tiende a hacer preguntas justificadas sobre la disminución del crecimiento de los usuarios, el riesgo de competencia, los malos modelos de negocios, los problemas de democracia corporativa o las valuaciones irracionales. Eso es verdad sobre casi todas las compañías de tecnología exitosas que salieron a bolsa en años recientes –y de prácticamente todas las que no tuvieron éxito–.

Haré unas preguntas para ilustrar este punto. Adivine cuáles compañías de tecnología destacadas recibieron estos escépticos comentarios mientras se acercaban a su salida a Bolsa:

1) "Tienen exceso de confianza –no solo en el número de acciones sino que también en el precio que la gente está dispuesta a pagar–".

2) "El valor (de la compañía) probablemente sea mucho menor de lo que piensa la mayoría de los inversionistas. ...En esta yo paso".

3) "Esta oferta pública inicial es otro ejemplo de una compañía a la que se le dan por aprobados indicadores fundamentales como las ganancias y la calidad de los ingresos".

4) "Nos quedamos con la duda de si el 'modelo de negocios' (de la compañía) es algo más que solo un plan a medio hacer... ¿No es lógico esperar hasta que el mercado pueda valorar mejor la compañía?".

5) "No es evidente por qué uno compraría a una valuación extremadamente alta hasta que la contratación o el crecimiento no estén mucho más claros".

Los comentarios 1 y 2 se dijeron de Google (ahora Alphabet) y Facebook, respectivamente. Los tres últimos de Twitter, Groupon y Snapchat. Cada una de estas empresas enfrentó serias dudas en su OPI.

Los que dudaron sobre Google y Facebook se equivocaron, aunque no necesariamente de manera excesiva.

La OPI de Facebook fue un desastre, y las acciones se negociaron por debajo de los precios de la salida a bolsa durante los primeros 15 meses. Todos los temores sobre Facebook se hicieron realidad por un tiempo. Por su lado, todos los peores temores sobre Groupon también se materializaron y se mantuvieron así.

Ese es un importante contexto bajo el cual evaluar los diferentes factores que enfrenta Snapchat al promocionar su OPI a inversionistas aparentemente escépticos de compañías que cotizan en Bolsa.

Evaluar a Snap, la sociedad controlante de Snapchat, es especialmente complicado porque está en actividad desde hace poco tiempo, lo que hace que las predicciones sean más difíciles. El profesor de Finanzas Aswath Damodaran estima que una valuación justa de Snapchat está entre cero y 66 mil millones de dólares. 

Al final, invertir en una OPI es riesgoso por naturaleza, e invertir en una OPI de tecnología es doblemente arriesgado. E invertir en la OPI de una compañía como Snapchat, con un breve historial, es triplemente riesgoso.

Para las compañías tecnológicas que realizaron una OPI en Bolsas de Estados Unidos desde inicios de 2010, y que siguen vivas, la mediana del rendimiento es de 18 por ciento en relación al precio de la OPI, según un análisis de Gadfly de datos de Bloomberg.

El S&P 500 subió a más del doble en el mismo período. Casi la mitad de las acciones de esas compañías de tecnología se cotizan por debajo del precio al cual se vendieron en la OPI. Invertir en la OPI de una compañía de tecnología durante una racha alcista de los mercados de valores ha sido como tirar una moneda al aire.

Por supuesto, en la moneda al aire de una OPI, las recompensas son mucho mayores si la fortuna le sonríe. Si usted compró 100 acciones de ServiceNow a mil 800 dólares en su OPI de 2012, ahora tendría 9 mil 300 dólares, incluyendo el valor de la compra inicial de la acción. El mismo monto invertido en el S&P 500 tendría una valoración de 3 mil 200 dólares, excluyendo los dividendos.

La mejor frase que he visto sobre la OPI de Snapchat es la de una persona no identificada que fue citada por la revista Fortune: "Estoy dispuesto a perder 50 por ciento si existe una probabilidad de que sea como Facebook y pueda multiplicar por 10".

Esa es la lógica de la locura de invertir en compañías tecnológicas jóvenes. El riesgo a la baja no parece tan drástico en comparación con el posible beneficio.

Así que ¿Snapchat terminará como Facebook o Groupon? He dudado de la prudencia de que Snapchat salga a Bolsa ahora.

Pero la respuesta más sincera es que no puedo predecir cómo le irá a Snapchat en el primer día como compañía cotizante, para no hablar del día mil o cinco mil. Y tampoco puede hacerlo usted.

Esta columna no necesariamente refleja la opinión de Bloomberg LP y sus dueños. Ni la de El Financiero. 

*Shira Ovide es una columnista de Bloomberg Gadfy que cubre tecnología. Anteriormente fue reportera para el Wall Street Journal.

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