Paleontólogos de la Universidad de Edimburgo descubrieron una nueva especie de animal. Los especialistas estudiaron un fósil dañado que se mantuvo en los archivos del Museo de Historia Natural de Londres, Reino Unido, durante casi 150 años.
El depredador marino prehistórico, que data de hace 163 millones de años, durante el Jurásico medio, arroja luz sobre los orígenes de los parientes lejanos de los cocodrilos modernos, dijeron los investigadores.
El descubrimiento revela que un grupo extinto de reptiles acuáticos evolucionó millones de años antes de lo que se pensaba, dijeron los especialistas en un estudio publicado en el Journal of Systematic Palaeontology.
El espécimen, que fue adquirido por el museo londinense en 1875, ya fue apodado como Leldraan melkshamensis o el Monstruo de Melksham, en honor al pueblo británico en donde fue encontrado.
Según el estudio, el animal medía tres metros de largo con poderosas mandíbulas y grandes dientes de sierra, que le permitieron alimentarse de presas grandes, como el calamar prehistórico. Vivió en los mares cálidos y poco profundos que cubrían gran parte de lo que ahora es Europa.
El hallazgo ha permitido a los expertos revelar que la subfamilia de los Geosaurini —grupo extinto de cocodrilos prehistóricos al que pertenecía este animal— evolucionó millones de años antes de lo que pensaban los científicos.