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Esta casa impresa en 3D transfiere energía a este auto impreso en 3D

Un grupo de especialistas estadounidenses desarrollaron AMIE, un proyecto que conecta una casa y un auto impresos en 3D para que ambos puedan transferir, recibir y almacenar energía. 

Imagina una casa impresa en 3D que cargue tu coche impreso en 3D y viceversa. Deja de pensarlo, esto ya es una realidad.

La Additive Manufacturing Integrated Energy Structure o AMIE 1.0 es un proyecto elaborado con ideas sustentables de construcción y uso de energía, además de ser una de las estructuras de carbón impresas en 3D más grandes de la historia.

La iniciativa consiste en una casa en forma de tubo que utiliza energía solar para funcionar y una SUV eléctrica que pueden compartir energía cuando sea necesario.


El proyecto elaborado por el Laboratorio Nacional Oak Ridge del Departamento de Energía de EU, el Colegio de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Tennessee y la firma de arquitectos Skidmore, Owings & Merrill, se generó cuando buscaban aplicaciones urbanas en torno a la energía; se interesaron en la impresión 3D porque no genera deshechos. El método de construcción tradicional representa un 20 o 30 por ciento de material de deshecho, mencionó uno de los participantes del proyecto a Wired.

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Los desarrolladores se enfrentaron a uno de las debilidades de las grandes impresiones en 3D, la fragilidad de la estructura, por lo que decidieron construir la casa en piezas hechas a base de fibra de carbono, plástico reforzado y varillas de acero.

Los científicos de Oak Ridge no sólo buscaban construir una casa sustentable, querían encontrar una nueva forma de producir, almacenar y consumir energía, así que diseñaron un auto que es compatible con la casa en cuestión energética, lo que significa que cuenta con un sistema de "energía integrado" que permite que ambos prototipos pasen, reciban y almacenen energía.

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El proyecto permite que la casa alimente sus luces, refrigerador y estufa de inducción con páneles solares; y el vehículo cuenta con una batería, pero también puede ser impulsado por gasolina. Ambos están conectados por un sistema de 'carga de inducción' que se activa cuando el coche se estaciona cerca de la casa, de esta manera la batería del coche puede traspasar energía a la casa y viceversa.

Lo que hace AMIE es coordinar el flujo de electricidad con una computadora llena de algoritmos de monitoreo de energía. “Si el edificio lo necesita, usa la energía del sol para cumplir sus necesidades. Si no lo necesita o si en las próximas horas van a haber nubes en el cielo, puede almacenar la energía en su batería o en la del vehículo”, dijo Roderick Jackson, uno de los científicos de Oak Ridge, en entrevista con Wired.

De acuerdo a los especialistas, el próximo paso, la AMIE 2.0, busca desarrollarse teniendo en mente los desarrollos urbanos de alta densidad.

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