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Las 5 tecnologías que cambiarán al mundo en cinco años

De acuerdo con IBM, las apuestas del futuro inmediato van de la IA a la tecnología cuántica y el cuidado de los mares.

La ciencia ficción siempre nos planteó panoramas apocalípticos y futuros distópicos donde la inteligencia artificial acababa sometiendo al ser humano; hoy en día, el enfoque de estos desarrollos apunta más a un futuro esperanzador.

Para IBM existen cinco tecnologías que revolucionarán al mundo en los próximos cinco años y en las cuales ya trabajan sus desarrolladores.

Criptografía

La ida central es que los 'blockchain' se conviertan en algo cotidiano y no de uso dentro del mundo de las criptomonedas. IBM trabaja en microdispositivos llamados 'Crypto-Anchors' que garantizan que el producto llegue al usuario de forma correcta y personalizada.

Los 'Crypto-Anchors' son detectores de huellas digitales a prueba de manipulaciones que vienen integrados a los productos desde medicamentos hasta electrodomésticos; los datos se almacenan en la nube para que se pueda autenticar lo que adquiere el usuario: lugares de origen, qué contienen y con cuáles piezas fueron hechos.

Microcomputadora de IBM. Es más pequeña que un grano de sal y puede formar parte del producto o también los sensores agregados a un smatphone pueden ayudar a verificar que un medicamento llegue al paciente adecuado o los electrodomésticos contengan piezas originales.

Prevención de ciberataques

Desorientar e intimidar a los hackers es el reto continuo de los desarrolladores de tecnología; a través de la criptografía de celosía se busca enfrentar a los hackers de potencia cuántica.

Rápidamente, las computadoras van a tener la capacidad de rebasar las actuales formas de encriptación, por lo que IBM busca adelantarse.

La criptografía de celosía es la base de otro tipo de encriptación conocida como 'Fully Homomorphic Encryption' (FHE) que permite mejorar los cálculos en un archivo sin abrir los datos sensibles y dejarlos expuestos a los hackers.

Microscopios accionados por inteligencia artificial

Los océanos pueden ser la clave para la supervivencia de la humanidad, por lo que IBM busca ayudar a la protección de uno de nuestros bienes más preciados.

Para 2025, más de la mitad de la población mundial vivirá en sitios con aguas contaminadas y el plancton podría ayudar a evitar esta catástrofe.

IBM desarrolla un microscopio autónomo 3D para monitorear el comportamiento del plancton.
IBM

El plancton es un microorganismo que pude ofrecer muchas pistas de la salud de nuestros océanos, ríos y lagos; al mismo tiempo, son altamente sensibles a los cambios en la calidad del agua.

IBM desarrolla un microscopio autónomo 3D para monitorear el comportamiento del plancton; los dispositivos están cargados con IA y disponen de almacenamiento en la nube. Esta tecnología será distribuida alrededor del mundo para monitorear la salud del agua y preservar los ecosistemas.

Sesgos en la Inteligencia Artificial

Hasta el momento existen 180 tipos de sesgos en el proceder del ser humano que han sido clasificados; estos pueden afectar la forma de tomar decisiones.

Muchos de esos sesgos pueden afectar al desarrollo de los sistemas de Inteligencia Artificial, por lo que IBM y el MIT realizan investigaciones para ayudar a la IA a entender mejor los valores humanos al definirlos en términos de ingeniería de sistemas.

Esta investigación busca que sesgos como la discriminación racial o étnica no afecten a la IA en su interacción con los seres humanos.

Computación cuántica

La computación cuántica una de las tres tecnologías emergentes que cambiarán radicalmente el mundo, junto con la inteligencia artificial y la realidad aumentada.

No siempre las computadores portátiles fueron del tamaño de una mochila, sino que estaban destinadas a experimentos en laboratorios; a lo largo de 50 años, las computadoras cuánticas han tenido mayor desarrollo.

En mayo de 2017 IBM anunció su nueva línea de computadores cuánticos IBM Q, con un procesador de 16 qubits para uso público y otro de 17 qubits con fines comerciales.

En los próximos cinco años su uso podría ayudar a los procesos químicos para crear nuevos elementos y medicinas especializadas.

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