Las condiciones de vida para miles de refugiados en el campo de Cox's Bazar se han agravado por la pandemia y muchas personas optan por peligrosas vías para escapar.
A las dificultades que este grupo ya vivía en Bangladesh, se sumó la pandemia de COVID-19 que obstaculizó aún más la atención a miles de refugiados.
En Cox's Bazar, en Bangladesh, casi un millón de refugiados rohingyas enfrentan una situación donde su acceso al agua y el jabón es escaso y el miedo hace que muchos de ellos no asistan a consultas.
Sin acceso a la educación para los menores de edad y sin la posibilidad de acceder a puestos de trabajo, esta población es vulnerable a maltratos en Bangladesh, Myanmar y Malasia.