Expectativas poco realistas y explotación laboral fueron el preámbulo de uno de los estrenos de videojuegos más caóticos en años.
Sony tuvo que retirar el título de su tienda en línea y ofrecer reembolsos a quienes lo compraron ante las fallas técnicas del juego.
Los realizadores de uno de los juegos más esperados del año han perdido más de mil millones de dólares por los desperfectos.