Esto ocurrió cuando las autoridades perseguían a dos personas que portaban explosivos, quienes se hicieron estallar en un mercado cerca de la Plaza Tayaran, en Bagdad.
Los hechos ocurrieron en la embajada de EU en Bagdad, que desde inicio de año ha sido blanco de numerosos ataques.
Los cohetes cayeron en una base militar estadounidense ubicada a 80 kilómetros al norte de Bagdad, de acuerdo con informes de agencias.
Un general del Pentágono señaló que no hubo muertes por el ataque gracias a un sistema de advertencia de Estados Unidos.
La Oficina del presidente Barham Salih señaló que su país no puede ser un 'punto de partida' para la agresión contra otras naciones.
El agresor condujo un vehículo equipado con cargas explosivas hasta un puesto de seguridad controlado por el ejército de Irak y las Fuerzas de Movilización Popular.
El ataque de milicianos se registró en Irbil, capital de la región autónoma kurda del norte iraquí.