CIUDAD DE MÉXICO.- Sacerdotes católicos, académicos, legisladores de oposición y dirigentes de grupos de autodefensa de los estados de Michoacán, Guerrero y Tamaulipas, coincidieron en que el Estado mexicano está fallando en una de sus principales tareas, que es la de otorgar seguridad a millones de mexicanos.
Como consecuencia de la guerra que emprendió Felipe Calderón, hay miles de familias abandonadas en la pobreza y amenazadas, señalaron durante el Encuentro Nacional de Autodefensas que se lleva a cabo en el Polyfórum Cultural Siqueiros.
Los representantes de los grupos de Michoacán, Hipólito Mora y José Manuel Mireles, indicaron que hay voluntad de la sociedad michoacana para crear nuevos cuerpos policíacos que se sacudan la influencia y el poder que ejercen sobre ese territorio grupos criminales.
En este encuentro, el primero en intervenir fue el sacerdote Alejandro Solalinde, quien denunció el descuido absoluto del Estado mexicano hacia los migrantes.
Toda la ruta, que empieza en Chiapas en el Río Suchiate hasta el Río Bravo, en los límites con Estados Unidos, está controlada regionalmente por grupos de delincuencia organizada y las autoridades migratorias mexicanas han hecho un gran "pastel de la corrupción" y no les importa la seguridad de los migrantes, acusó.
También habló el periodista tamaulipeco Mario Alberto Segura, quien consideró que Tamaulipas prácticamente vive un estado de sitio, pues hay una guerra desmedida entre los cárteles delincuenciales y las fuerzas armadas.
En tanto que el abogado de Nuevo León, Javier Livas Cantú, consideró que crear grupos de autodefensa es un sentido de liberad con responsabilidad, pues lo que se pretende es que miles de compatriotas recuperen su libertad.