Sociedad

Ejército y Marina asumen el control de la seguridad en Acapulco

Elementos del Ejército y Marina revisaron el armamento de la policía municipal, para posteriormente trasladarlo a las instalaciones de la novena región militar; el alcalde Luis Walton confirmó que militares y marinos iniciaron los recorridos de vigilancia en el puerto.

ACAPULCO.- Fuerzas federales y castrenses asumieron el control de la seguridad publica en Acapulco, como consecuencia del paro laboral que mantiene la policía local desde hace seis días, para demandar mejoras laborales.

Alrededor de 250 elementos del Ejército mexicano y Marina, arribaron durante la madrugada de este miércoles a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Acapulco, donde iniciaron la revisión de todo el armamento asignado a esta dependencia, para posteriormente trasladarlo a las instalaciones de la novena región militar.

El alcalde Luis Walton Aburto confirmó la llegada de militares y fuerzas federales al control de la seguridad pública en Acapulco, aunque aclaró que "él no solicito esta medida, sino que fue una decisión que tomaron directamente desde la Federación".

"A pesar de esta medida, el secretario de Seguridad Pública, Alfredo Álvarez Valenzuela, continúa al frente de la dependencia", puntualizó el alcalde.

El edil señaló que la Policía Federal, el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México, una vez que asumieron el control de la seguridad pública, iniciaron recorridos de vigilancia en todo el municipio.

Este miércoles, se cumplieron seis días del paro laboral que mantienen alrededor de dos mil 500 elementos que conforman la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPyPC) en Acapulco, para exigir entre otras cosas, la destitución del titular de la dependencia Alfredo Álvarez Valenzuela, aumento salarial, Seguro de Vida, incorporación completa al Seguro Social y la renovación del equipo de trabajo.

El presidente municipal insistió en que su gobierno se mantendrá abierto al dialogo y volvió a exhortar a los policías inconformes para que se reincorporen a sus labores de vigilancia, reiterando que la salida del jefe policiaco no está a discusión, ni a capricho de nadie.

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