Sociedad

Ejército y Federación asumen seguridad en Chilapa, Guerrero

Después de la ola de violencia que se registró en días pasados en el municipio de Chilapa, elementos del ejército y de la policía federal asumieron el control de la seguridad por lo que establecieron filtros de revisión en los accesos y rondines por las zonas con mayor incidencia delictiva.

ACAPULCO. Elementos del ejército mexicano y de la Policía Federal asumieron el control de la seguridad en el municipio de Chilapa de Álvarez, donde recientemente la violencia dejó al menos 14 personas muertas, 4 policías heridos, un detenido y el aseguramiento de armas, municiones, equipo táctico y de comunicación, así como vehículos de lujo.

Unos 500 soldados fueron desplegados en ese municipio, que es considerado el principal centro comercial de la región y la puerta de acceso a la zona de la montaña guerrerense.

En el operativo de seguridad que se implementó para vigilar ese municipio ubicado a unos 55 kilómetros de Chilpancingo también participan otros 500 efectivos entre Policías Federales y de la Fuerza Estatal, quienes han establecido filtros de revisión en los accesos a la ciudad, así como rondines por colonias y comunidades que son ubicadas como las de mayor incidencia delictiva en la zona.

La disputa de la plaza por tres grupos de la delincuencia organizada que fueron identificados por el Secretario de Seguridad Estatal, Leonardo Vázquez Pérez, como "Los Rojos", "Los Ardillos" y "Guerreros Unidos", provocó violentos enfrentamientos entre el 9 y 10 de julio pasado, que dejaron como saldo la muerte de 13 civiles, un policía estatal, 4 elementos de seguridad heridos y un menor de edad detenido.

Este fin de semana, la comunidad de Chilapa de Álvarez, retomó su actividad comercial al cien por ciento, luego de que durante varios días estuvo limitada la apertura de comercios y la prestación de diversos servicios públicos como el transporte.

Estas medidas incluyeron un "toque de queda voluntario" que se impuso la misma población para evitar salir a la calle después de las 3 de la tarde, por temor a los constantes hechos de violencia.

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