Sociedad

Dividen salones con sábanas en escuela del DF

En la secundaria pública 46 ubicada en la colonia Santa María La Ribera, delegación Cuauhtémoc, no tienen paredes, por lo que "solucionaron" el problema utilizando sábanas y bolsas de plástico negras.

CIUDAD DE MÉXICO. Los alumnos de la Escuela Secundaria Diurna 46, José Vasconcelos, conservaban el anhelo de que en este regreso a clases estrenarían plantel, pero la ilusión se desvaneció. La burocracia no entiende de urgencias educativas. Así que tuvieron que volver a empezar el año escolar entre sábanas colgadas que simulan ser paredes y "arrimados" en el auditorio de la secundaria vecina, la número 2.

En julio del 2013, la comunidad de la secundaria 46 dijo adiós a la antigua casona de la calle de Sabino, que por muchos años fue el plantel de esa escuela. La SEP dejó de pagar la renta y los alumnos y profesores tuvieron que salir de ahí, sin que la SEP hubiera garantizado un espacio para reubicarlos.

A pesar de ser una escuela con un alto rendimiento académico y reconocida entre las mejores de la colonia Santa María La Ribera, la historia de la 46 ha sido tortuosa por no tener un plantel asignado y casi rogar por él.

El grueso de sus más recientes egresados logró ingresar este año en su primera opción al bachillerato, dicen autoridades de la escuela que se reservan su nombre.

"Mi hija logró entrar en su primera opción, la Prepa 9 de la UNAM", dice orgullosa la señora Lucía León, vicepresidenta de la sociedad de padres de la secundaria 46, quien ha encabezado las demandas a la SEP y autoridades del gobierno del DF para que volteen a ver a la escuela.

Desde hace un año, las clases se dan en la improvisación de una escuela que se sostiene solo por la voluntad de padres, profesores y alumnos. A pesar de las condiciones, registró una alta demanda para inscribir a niños a primero y segundo grados.

Ayer, en el primer día de clases, un letrero colgaba en el portón de entrada: favor de traer focos, les pedían a los padres. El auditorio en el que se instaló de manera provisional la 46 es oscuro, no tiene ventanas y se inunda con las lluvias.

Las voces de los profesores de los seis grupos se interfieren entre sí porque las paredes son de tela, porque no hay puertas. Los niños que cursan carpintería usan sierras y el ruido no deja escuchar a los otros. Los que quieren estudiar música no pueden tocar sus instrumentos.

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