Sociedad

Captura de alcalde no calla reclamo: ¡Queremos vivos a los 43 de regreso!

De Chivatito hasta el Zócalo marcharon alrededor de 60 mil personas encabezados por un grupo de padres de los normalistas desaparecidos.

CIUDAD DE MÉXICO. Valentina Morales sostiene su violoncello sentada en la esquina de Bolívar y 5 de Mayo, mientras el torrente de jóvenes avanza por la calle. La luna observa a distancia esta movilización de más de 60 mil personas que se prolonga desde el Zócalo hasta Chapultepec.

Ellos cuentan fuerte. Del 1 al 43. Pausado, para que el viento no se lleve las cifras, y los 43 rostros de los normalistas no desaparezcan. Que se acuerden que siguen ausentes, desaparecidos a la fuerza por el Estado.

Toca el violoncello entre el griterío. Aunque quisiera hacerlo llorar, prefiere hacerlo cantar.

"La verdad es que quisiera tocar algo más triste, porque la ocasión de esta marcha no es nada alegre", dice la joven que todas las tardes se sienta en esa esquina para ganarse algunas monedas. Hoy ha visto pasar esta marcha interminable y decidió obsequiarles la melodía sin letra del Cielito Lindo.

A 40 días de desaparecidos, de silencio oficial, de búsquedas sin resultados, la de este miércoles es la tercera gran marcha encabezada por los padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.

Por eso, en el templete del Zócalo, donde los padres llegaron después de tres horas de caminata, desesperados exigen al presidente Enrique Peña Nieto que renuncie si no puede y que permita que organismos internacionales, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, por ejemplo, colabore en la búsqueda de sus hijos con vida.

Han sido 40 días que han acumulado a una multitud que hoy vuelve a demostrar su músculo en las calles de la ciudad en forma de grupos de universitarios.

Van los del ITAM, de la Ibero, de la UVM y los de Chapingo, normales rurales, la UNAM, el Poli, la UAM, la UAEM, la UACM, la ESEF, la UPN y la Escuela Nacional para Maestras de Jardines de Niños.

Cuentan fuerte, del 1 al 43. Para que los normalistas no se olviden. Y a eso ayudan los estudiantes del Conservatorio Nacional de Música, quienes compusieron una canción a ese pueblo. "¡Aaaay Ayotzinapaaa!", cantan y suena el pandero, las claves, las guitarras y un acordeón.

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