Salud

Malasia tiene un nuevo reto: buscar una vacuna contra COVID con ingredientes halal

Autoridades religiosas musulmanas han excluido antes vacunas del estricto etiquetado halal por contener elementos prohibidos como el ADN porcino.

El nuevo reto de Malasia para combatir la pandemia de coronavirus es lograr calmar la preocupación de los musulmanes locales de que las vacunas podrían contener sustancias prohibidas por el Islam.

El Comité Especial Muzakarah, del Consejo Nacional para Asuntos Islámicos, de Malasia se reunió el jueves para debatir el uso de la vacuna. Se espera que el resultado se conozca la próxima semana después de que se presente al rey para su consentimiento, informó este viernes la agencia estatal de noticias Bernama, citando al ministro de Asuntos Religiosos, Zulkifli Mohamad Al-Bakri.

Las autoridades religiosas musulmanas han excluido previamente las vacunas del estricto etiquetado halal en los casos en los que no hay alternativa disponible. Aún así, las preocupaciones sobre tratamientos que contienen elementos prohibidos por la ley islámica, como el ADN porcino, continúan persistiendo en las naciones de mayoría musulmana, entre ellas Indonesia, el mayor núcleo de contagios del virus del sudeste asiático.

"No compliquemos la situación adoptando una opinión de jurisprudencia rígida para la comunidad musulmana", comentó Mohd Asri Zainul Abidin, muftí o jefe religioso, para el estado de Perlis, en una publicación de Facebook después de asistir a la reunión del Comité Muzakarah. "Si la jurisprudencia es para la nación y el público en general, debe estar orientada a facilitar las cosas".

‘Mejor opción’

Malasia firmó la semana pasada un acuerdo con Pfizer para la vacuna contra el COVID-19 que cubrirá a 6.4 millones de personas, o el 20 por ciento de su población, a principios del próximo año. El país también está en la lista de prioridades para recibir una vacuna de China, que ha sido objeto de controversia entre los musulmanes que dudan de su estatus halal. La comunidad representa el 61 por ciento de la población de Malasia.

Asri señaló que las vacunas producidas con ingredientes halal serían la "mejor y principal opción". Incluso las vacunas producidas por el tratamiento y la transformación de sustancias prohibidas en compuestos limpios están permitidas, apuntó.

Un repunte de los contagios a finales de septiembre obligó a un cierre parcial en varios estados justo cuando la economía de Malasia de 365 mil millones de dólares mostraba señales de recuperación. Los nuevos casos diarios alcanzaron un récord de 2 mil 188 el 24 de noviembre, de los cuales más de la mitad provenían de un grupo vinculado a residencias de alojamiento para trabajadores de Top Glove, el mayor fabricante mundial de guantes quirúrgicos.

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