Salud

Coronavirus pondrá a prueba el éxito (o fracaso) de la primera cuarentena a gran escala del siglo

Las restricciones de los viajes que Beijing determinó para tratar de contener el avance del microorganismo podrían representar una violación a los derechos humanos de más de 40 millones de personas.

El aislamiento de Wuhan y sus alrededores ordenado por el Gobierno chino para contener al nuevo coronavirus representa la primera cuarentena a gran escala en tiempos modernos.

El éxito de tratar de acordonar el epicentro de la enfermedad, un área en la que viven cerca de 40 millones de personas, será determinado en el futuro.

"Nunca se ha realizado la contención de una ciudad en la historia de la política internacional de salud pública", resaltó Shigeru Omi, quien dirigió la Región del Pacífico Occidental de la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la pandemia de SARS a principios de la década de 2000.

"Es un equilibrio entre respetar la libertad de movimiento de las personas y también prevenir la enfermedad y el interés público. No es una cosa simple, es muy complejo", detalló.

Además de plantear preguntas sobre su probable efectividad e implicaciones para los derechos humanos, una cuarentena podría causar pánico, advirtieron expertos en salud pública. El Gobierno también tendrá que garantizar el suministro de alimentos, agua y materiales médicos a la población afectada.

Algunos argumentan que las autoridades no tuvieron otra opción, ya que ciertos pacientes parecen tener síntomas más leves que pueden pasar desapercibidos, lo que les permitiría propagar la enfermedad sin darse cuenta.

El próximo sábado también marca el inicio de las vacaciones del Año Nuevo chino, cuando se prevé que se realicen más de 500 millones de viajes en avión y ferrocarril en China.

Restringir el movimiento de quienes pueden ser portadores de enfermedades es un enfoque que se remonta al siglo XIV, aunque históricamente se ha usado principalmente en ciudades o zonas más pequeños. En China, solo la ciudad de Wuhan, donde se anunció la primera cuarenta, tiene una población de 11 millones de personas.

Las autoridades suspendieron todos los viajes en avión y tren desde Wuhan la madrugada del jueves. Las restricciones se extendieron más tarde a otras urbes cercanas.

"Es un tremendo desafío legal, institucional, por no mencionar logístico, pero hablamos de un estado autoritario con un líder superior que tiene el poder centralizado", detalló Yanzhong Huang, director del Centro de Estudios de Salud Global de la Universidad de Seton Hall.

En tiempos modernos, las cuarentenas han arrojado resultados limitados. Un estudio en la Revista Canadiense de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Médica determinó que el uso de cuarentena en Toronto no fue efectivo para frenar el SARS. Un barrio empobrecido en Liberia en cuarentena durante un brote de ébola en 2014 respondió con violentos disturbios.

China está tratando de demostrar que tiene los medios para responder a una crisis de salud pública después de que su manejo de la pandemia de SARS entre 2002 y 2003 fue ampliamente criticado, ya que las autoridades fueron acusadas de retrasar la divulgación de información e intentar minimizar la gravedad del problema.

Esa situación ha llevado a las autoridades chinas a precipitarse en otros casos. En 2014, partes de la ciudad noroccidental de Yumen fueron puestas en cuarentena después de que un hombre murió a causa de la peste bubónica, lo que causó la alarma de la población. Al final, no se informaron de nuevos contagios.

El bloqueo actual ya resiente cierta 'factura' . Yaqiu Wang, un investigador de Human Rights Watch, citó un caso visto en redes sociales en el que una pareja señaló que presentaba fiebre y no querían posiblemente infectar a sus hijos, pero ninguno de sus familiares pudo acudir en su ayuda debido a la restricción de los viajes.

Una medida que sí funciona es el distanciamiento social o limitar el contacto de persona a persona, subrayó Omi, citando el ejemplo de Filadelfia y San Luis durante la epidemia de gripe de 1918. Eso incluiría medidas como cerrar escuelas y espacios públicos de reunión. En China, el Gobierno ha cancelado todas las celebraciones del Año Nuevo, y las compañías han cerrado áreas como parques temáticos y cines.

La naturaleza de las epidemias hace que, en última instancia, sea difícil medir el éxito de las cuarentenas, aseguró Yvonne Maldonado, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford. A veces, el organismo mismo cambia, o se desarrollan vacunas y medicamentos, que pueden detener la propagación.

"Nunca sabrás la respuesta en este momento y nunca sabrás la respuesta completa", apuntó.

Hasta el momento, las autoridades chinas de salud confirmaron que el número de fallecidos por el nuevo coronavirus aumentó a 26 y se reportan 881 casos.

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