Salud

¿Cómo puedo protegerme ante las nuevas variantes del COVID-19? Te contamos

Si bien algunas de ellas, como la B.1.1.7, son más fáciles de propagar, aún tenemos varias medidas para no enfermar.

Se ha encontrado una variante de rápida propagación del coronavirus que causa el COVID-19 en al menos 10 estados del territorio estadounidense, y la gente se pregunta: ¿Cómo me protejo ahora?

Vimos lo que la nueva variante, conocida como B.1.1.7, puede hacer cuando se extendió rápidamente por el sureste de Reino Unido en diciembre del año pasado, provocando un aumento en el número de casos y provocando medidas de bloqueo más estrictas.

Se ha estimado que la nueva variante se transmite 50 por ciento más fácilmente que las comunes, aunque parece afectar la salud de las personas de la misma manera.

Se cree que el aumento de la transmisibilidad se debe a un cambio en la proteína de pico del virus que puede permitir que entre más fácilmente en las células. Estos y otros estudios sobre la nueva variante se publicaron antes de la revisión por pares para compartir sus hallazgos rápidamente.

Además, existe alguna evidencia de que los pacientes infectados con la nueva variante B.1.1.7 pueden tener una carga viral más alta. Eso significa que pueden expulsar más partículas que contienen virus cuando respiran, hablan o estornudan.

Como profesores que estudian la dinámica de fluidos y los aerosoles, investigamos cómo se propagan las partículas que transportan virus en el aire.

Aún hay muchas cosas que los científicos y los médicos desconocen sobre el coronavirus y sus mutaciones, pero hay algunas estrategias claras que las personas pueden usar para protegerse.

Las partículas en el aire siguen siendo el mayor problema

Se cree que las variantes del SARS-CoV-2 se propagan principalmente por el aire y no por las superficies.

Cuando alguien con el coronavirus en el tracto respiratorio tose, habla, canta o incluso simplemente respira, se pueden expulsar gotitas infecciosas al aire. Estas gotas son diminutas, predominantemente en el rango de 1-100 micrómetros. A modo de comparación, un cabello humano tiene aproximadamente 70 micrómetros de diámetro.

Las gotas más grandes caen al suelo rápidamente y rara vez viajan a más de dos metros de la fuente. El mayor problema para la transmisión de enfermedades son las gotitas más pequeñas, de menos de 10 micrómetros de diámetro, que pueden permanecer suspendidas en el aire en forma de aerosoles durante horas.

Dado que las personas posiblemente tengan más virus en sus cuerpos y sea más infeccioso, todos deben tomar precauciones y cuidados adicionales. El uso de cubrebocas y el distanciamiento social son fundamentales.

Los espacios y actividades que antes se consideraban "seguros", como algunos entornos de trabajo en interiores, pueden presentar un riesgo elevado de infección a medida que se propaga la variante.

La concentración de partículas de aerosol suele ser más alta justo al lado del individuo que emite las partículas y disminuye con la distancia a la fuente.

Sin embargo, en ambientes interiores, los niveles de concentración de aerosoles pueden acumularse rápidamente, de manera similar a como se acumula el humo del cigarrillo dentro de los espacios cerrados.

Esto es particularmente problemático en espacios que tienen poca ventilación.

Con la nueva variante, los niveles de concentración de aerosoles que antes no representaban un riesgo ahora podrían provocar una infección.

¿Qué puedes hacer para mantenerte a salvo?

1) Presta atención al tipo de cubrebocas que usas y cómo te queda

La mayoría de los revestimientos faciales disponibles en el mercado no son 100 por ciento efectivos para prevenir la emisión de gotas.

Dado que la nueva variante se propaga más fácilmente y es probable que sea infecciosa a concentraciones más bajas, es importante seleccionar cubiertas con materiales que sean más efectivos para detener la propagación de las gotas.

Cuando están disponibles, las mascarillas quirúrgicas y N95 ofrecen un rendimiento óptimo. De lo contrario, son preferibles los revestimientos faciales que utilizan múltiples capas de material.

Idealmente, el material debe ser un tejido apretado. Las sábanas de algodón de alta densidad son un ejemplo. El ajuste adecuado también es crucial, ya que los espacios alrededor de la nariz y la boca pueden disminuir la efectividad en 50 por ciento.

2) Sigue las pautas de distanciamiento social

Si bien las pautas actuales de distanciamiento social no son perfectas (dos metros no siempre es suficiente), ofrecen un punto de partida útil.

Debido a que los niveles de concentración de aerosoles y la infectividad son más altos en el espacio que rodea a cualquier persona con el virus, aumentar el distanciamiento físico puede ayudar a reducir el riesgo.

Recuerda que las personas son infecciosas antes de que comiencen a mostrar síntomas, y muchas veces nunca muestran síntomas, así que no cuentes con ver signos de enfermedad.

3) Piensa detenidamente en el entorno al entrar en un área cerrada, tanto la ventilación como la forma en que interactúan las personas.

Limitar el tamaño de las reuniones ayuda a reducir la posibilidad de exposición. Controlar los ambientes interiores de otras formas también puede ser una estrategia muy eficaz para reducir el riesgo.

Esto incluye aumentar las tasas de ventilación para traer aire fresco y filtrar el aire existente para diluir las concentraciones de aerosoles.

A nivel personal, es útil prestar atención a los tipos de interacciones que se están produciendo. Por ejemplo, muchas personas que gritan pueden crear un riesgo mayor que una persona que habla. En todos los casos, es importante minimizar la cantidad de tiempo que pasa en el interior con otras personas.

El CDC advirtió que B.1.1.7 podría convertirse en la variante dominante del SARS-CoV-2 en Estados Unidos en marzo. También se han encontrado otras variantes de propagación rápida en Brasil y Sudáfrica. La mayor vigilancia y el cumplimiento de las directrices sanitarias deben seguir siendo la máxima prioridad.

La nota original la puedes encontrar aquí.

Por Suresh Dhaniyala, profesor Distinguido de Ingeniería Mecánica y Aeronáutica, y Byron Erath , profesor asociado de Ingeniería Mecánica, ambos de la Universidad de Clarkson.

*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.

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