Salud

La gerontoprofilaxis: Una técnica geriatra que te ayudará a envejecer bien desde joven

Los geriatras dan seguimiento a enfermedades como diabetes e hipertensión en personas de la tercer edad; también guían a los jóvenes a envejecer de manera digna con la gerontoprofilaxis.

Si eres de los que padecen achaques aunque tu cabello aún no se pinta de blanco, la gerontoprofilaxis te podría ayudar a envejecer de mejor manera y desde una edad temprana.

Ulises Badillo, médico geriatra, señala en entrevista para El Financiero que la geriatría atiende problemas de salud de las personas de más de 60 años.

Sin embargo, detalla que hay muchos problemas de salud en jóvenes que ameritan la valoración de un geriatra antes de esa edad.

‘’Son problemas de salud crónicos que ameritan la evaluación de un geriatra, entonces no hay una edad de corte donde se debe ir al especialista, es más bien la condición física de cada persona’', explica Badillo.

El especialista detalla además que existe la gerontoprofilaxis, una serie de medidas que los geriatras recomiendan implementar en pacientes jóvenes para tener un proceso de envejecimiento más satisfactorio y favorable.

‘La gerontoprofilaxis se implementa desde los 40 años para dar medidas preventivas. Tú puedes ser joven e ir al geriatra para afianzar tu conocimiento acerca de cuáles son las mejores técnicas para un buen envejecimiento’', señala Badillo.


Agrega que cuando se práctica gerontoprofilaxis con gente joven, la primera intención es hacer cambios en la dieta y hábitos alimenticios.

Las personas menores a 60 años que podrían requerir la consulta de un geriatra son aquellas con enfermedades crónicas degenerativas, como la diabetes. Se incluyen también tumores malignos y pacientes en estado terminal, ya que hay cambios drásticos en la calidad de vida.

‘’Un geriatra es un médico que aplica cuidados paliativos y práctica la medicina en pacientes terminales’', explica Badillo.

La visita al geriatra

José Martínez fue diagnosticado con diabetes e hipertensión a los 67 años, en 2021. Su vida antes de la pandemia de COVID-19 había transcurrido con normalidad; trabajó por más de 30 años en una secretaría de estado y se resistía a pensionarse.

Pero todo cambió en junio del 2020, cuando le llamaron para informarle que se tenía que pensionar. Le cayó como un balde de agua fría, ¿qué haría ahora con tanto tiempo libre? Pensaba que tras la evolución de la emergencia sanitaria, regresaría a su oficina cada mañana, como siempre.

Luego de jubilarse, Martínez, como lo llamaban en el trabajo, se volvió sedentario y sus hábitos alimenticios, que nunca fueron los mejores, en palabras de su esposa, Guadalupe Morales, repercutieron en su salud.

Tras los diagnósticos, Martínez fue canalizado al geriatra, un especialista que lleva el tratamiento y rehabilitación de las enfermedades en personas mayores.

Enfermedades más comunes que trata un geriatra

El doctor Badillo señala que las enfermedades que más atiende un geriatra son padecimientos crónicos degenerativos. El especialista acota que en el pasado eran problemas infecciosos que desencadenaban la muerte.

Agrega que la hipertensión y la diabetes son un problema de salud pública en nuestro país y que en las personas de la tercera edad hay alta prevalencia.

Los geriatras frecuentemente también atienden complicaciones derivadas de la hipertensión y la diabetes, como cardiopatías, problemas cerebrales y embolias.

También se encuentran los problemas neurodegenerativos, como las enfermedades demenciales: el Alzheimer y trastornos del movimiento, como la enfermedad del Parkinson; además de las secuelas de los accidentes cerebrovasculares.

Además, se tratan las secuelas del cáncer, comunes en adultos mayores. Badillo señala que después de los 85 años hay menos probabilidad de cáncer, luego de esa edad se tratan los problemas neurodegenerativos y los crónicos

Factores que indicen en la aparición de enfermedades crónico degenerativas

El jubilado José Martínez siempre fue aficionado de comer bastante carne roja, azúcar, pan y demás harinas refinadas. Por ello, desde los 40 años comenzó con una tendencia al sobrepeso, que más tarde se convertiría en obesidad.

Al jubilarse, sus hábitos alimenticios empeoraron, ya que todas las tardes las pasaba frente a la televisión y comiendo golosinas y no conocía sobre la gerontoprofilaxis.

Su historial después derivó en diabetes e hipertensión arterial, dos padecimientos que abundan en la población mexicana de la tercera edad.

El médico geriatra Badillo señala que se ha podido hacer una relación muy clara entre el tipo de dieta del paciente y el desarrollo de problemas neurodegenerativos. ‘‘Sabemos que las dietas que son ricas en carbohidratos y azúcares, las personas son mucho más proclives a desarrollar esos problemas’', dice el especialista.







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