No todos los anticuerpos son buenos, es decir, no todos defienden al organismo de virus y bacterias, sino que lo atacan. Desafortunadamente eso pasa con el SARS-CoV-2, el virus causante del COVID-19, en favor del cual pueden actuar lo que investigadores han llamado “anticuerpos patógenos”. La buena noticia es que un grupo de científicos chinos investiga un medicamento que podría ayudar a atacar este problema de autodestrucción.
De acuerdo con los investigadores, ciertos anticuerpos del SARS-CoV-2 pueden tener un efecto patógeno al unirse a las células de la parte enferma del pulmón y con ello generar respuestas inmunes engañosas para atacar las células propias. Un mecanismo que los científicos han denominado “autoataque dependiente de anticuerpos”.
En un estudio preliminar -que no ha sido publicado en una revista científica y que no ha sido revisado por pares, es decir, por científicos del mismo nivel-, los investigadores exploran un medicamento candidato para la prevención y el tratamiento de este “autoataque”.
El candidato a fármaco es una formulación que comprende éster metílico del ácido N-acetilneuramínico y es capaz de bloquear la unión de los anticuerpos a las células enfermas, que son vulnerables a los anticuerpos patógenos.
“Nuestros datos in vivo mostraron que la formulación redujo significativamente las enfermedades y muertes causadas por anticuerpos patógenos. Por lo tanto, la formulación tiene el potencial de prevenir y tratar las condiciones graves causadas por los anticuerpos patógenos durante una infección por COVID-19”, sostienen los investigadores.
Además, la fórmula tiene el potencial de prevenir y tratar las reacciones adversas de las vacunas contra el COVID-19 porque estas pueden inducir anticuerpos patógenos, aseguran.