Putin llega a la TV para combatir a... la impopularidad

Moscú. Kremlin. Putin. es el nombre del nuevo programa que la televisión estatal rusa ha lanzado dedicado a Vladimir Putin, presidente de Rusia, el cual elogia sus cualidades de liderazgo, su energía física y atención a las necesidades públicas.

Este primer episodio, transmitido en el horario de máxima audiencia de Rossiya-1TV este domingo, presentó comentarios sobre las reuniones y visitas del mandatario hechas en la última semana, como sus vacaciones en Siberia y su reunión con estudiantes en Sochi. Una discusión sobre una controvertida reforma de las pensiones que ha mellado la popularidad de Putin elogió el sentido de responsabilidad del presidente al abordar el tema, al tiempo que no menciona las protestas a las que asistieron miles de rusos en las principales ciudades.

"Putin no solo ama a los niños, ama a la gente en general", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, al anfitrión, Vladimir Soloviev, durante un segmento sobre la actitud del presidente hacia los jóvenes de Rusia. "Es una persona muy humana". Asimismo, comentó que Putin, de 65 años, se ejercita diariamente durante 90 minutos

Peskov dijo que el programa intentará mostrar cómo fue la semana del presidente. Esta adición del programa apareció incluso cuando las transmisiones de noticias diarias de la televisión estatal ya están dominadas por la cobertura de las actividades de Putin, y debutó cuando su popularidad cayó a su nivel más bajo en siete años por la propuesta de elevar la edad de jubilación para hombres y mujeres.

Un reporte sobre Putin y sus caminatas y paseos en bote en la República de Tuva con el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, hizo hincapié en su condución física, tema también subrayado por el corresponsal del canal de televisión asignado para acompañar al presidente en sus visitas mientras cruzaba el país desde Siberia a través de Moscú a Sochi en el mar Negro. "Realmente no entiendo cómo se mantiene un horario como éste, es un maratón. Es físicamente muy difícil", admitió el corresponsal Pavel Zarubin.