Metabolizar la política y extrañar los escenarios para componer: Porter

Regresar a los noventa, metabolizar la política y dejar de creer en promesas. Eso forjaron los integrantes de Porter en su último single, 'Arcade', que es parte de su nuevo álbum: Las Batallas (2019). Un circuito de recuerdos para componerse del hartazgo social.

Todo se remonta al 2018, cuando en México había elecciones presidenciales y David Velasco, voz de la agrupación jalisciense, le mostró a los productores una nueva letra.

"'Arcade' fue muy interesante porque no le gustó a los productores. Me dijeron: 'a ver, mientras ellos graban, vete a la hamaca a componer'. Fui a escribir y justo estaban las elecciones; así empezó a tomar un tono político la rola. Les gustó y así quedó.

"La verdad me harté demasiado. Es muy feo ver la situación del país y cómo alguien puede ser tan insensible para prometer cosas y para llegar a un lugar donde haga todo lo contrario a lo que dijo", recordó Velasco.

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Siempre nos gusta tener mensajes encriptados en las canciones; hablar de un tema que puede ser muy duro o muy tajante y vestirlo desde otra perspectiva y que, la gente acorde a su nivel de conocimiento o consciencia, darle la interpretación que gusten”.

Para el vocalista, que está por cumplir seis años con la banda, a veces el viento no se lleva todo y tampoco el tiempo lo cura todo.

En el mismo circuito es donde han viajado sus temas que, luego de Moctezuma (2014), intentan amalgamar el amor, la crítica social y armonizar al rock de los noventa. Planear sobre el origen.

Visualizar el rompecabezas en ‘Las Batallas’

Este álbum pretende abrir las emociones frente a lo que pasa en el país y entender que, incluso los malos momentos, tienen que abrazarse y reconocerse. Es una introspección fundada por lo retos a lo largo de sus casi 15 años de trayectoria.

"Siempre nos gusta tener mensajes encriptados en las canciones; hablar de un tema que puede ser muy duro o muy tajante y vestirlo desde otra perspectiva y que, la gente acorde a su nivel de conocimiento o consciencia, le de la interpretación que gusten", explica Víctor Valverde, guitarrista y tecladista.

En este disco Porter decidió trabajar cada una de las 10 canciones con una imagen propia; tienen un ícono dentro de la portada y conviven en un mismo universo, uno que podría estar en un entorno apocalíptico o ser uno de los zooms que ocurrían en 'Ren y Stimpy'. Una textura bizarra.

A esta receta se unió la presión del tiempo, puesto que todo se tuvo que mezclar en un lapso de un año, sin dejar de lado las observaciones hechas por los productores Héctor Castillo y Didi Gutman, para volver a reformular algunas letras o incluso la música desde el inicio.

"Nos gusta estar tocando material nuevo en conciertos y sentíamos que Moctezuma había llegado a su límite. Teníamos esa necesidad de algo fresco", recuerda Fernando de la Huerta, guitarrista de la alineación original de la banda.

"Quien hizo el arte se llama Íñigo y es un ilustrador de Guadalajara; tiene toda esta fantasía como humana con apocalíptica. A mí me recuerda a los zooms o a los macros que sucedían en 'Ren y Stimpy'. Es lo que buscábamos con este artista, que entre más te enfocaras en pequeños elementos, fueras encontrando más y más. Nuestra música también es así; escuchándola con audífonos, una y otra vez, te das cuenta de todo lo que hay".

Lo que más extrañaban era viajar, tocar en nuevos escenarios y probar distintos tipos de comida. Esta fue una de las razones que motivaron su regreso y el lanzamiento de varios sencillos como 'Cuxillo', 'Hombre máquina' o 'Pájaros'.

En el tintero se quedaron el doble de las canciones que escucharemos a partir de este 24 de mayo y, para los integrantes de la banda que inició en Guadalajara hace 15 años, este repertorio podría tardar en madurar para estrenarse.