Si el Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene un proceso interno desaseado, como ocurrió en 1999 y 2008, dañaría mucho a ese instituto político, al grado de obtener sus niveles más bajos de votación en sus 25 años de historia en los comicios de 2015 y 2018.
Carlos Navarrete Ruiz (Salvatierra, Guanajuato, 1958), aspirante a la dirigencia nacional de ese partido, advierte lo anterior, pero asegura que no va a ser él un factor ni para la división ni para el pleito interno.
"Yo voy a ser un factor para la unidad".
Pero en las oficinas del exsecretario del Trabajo capitalino llama la atención algo. En una pared de sus oficinas sólo hay cuadros de ocho de sus 12 dirigentes nacionales. Faltan Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Rosario Robles Berlanga y Leonel Cota Montaño.
Faltan los cuadros de cuatro exdirigentes, ¿eso no es sectarismo?
–Ellos decidieron irse a otros proyectos políticos, muy su gusto, pero yo no tengo porqué que honrarlos en mi muro de presidentes. Muñoz Ledo apoyó a Fox en la elección de 2000. Rosario Robles hoy es secretaria de Desarrollo Social del gobierno de Enrique Peña Nieto. Leonel Cota compitió por Movimiento Ciudadano para la alcaldía de La Paz, Baja California Sur, en donde sacó el cuatro por ciento de los votos, y Andrés Manuel ya tiene su partido.
Rechaza desbandada
El exsenador lamenta la división en la izquierda con la salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD para formar el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), pero rechaza que tras la salida del tabasqueño y cuando esa organización reciba su registro como partido "se dé una desbandada que desfonde al sol azteca".
"Morena acaba de presentar su padrón de afiliados y tiene 600 mil ciudadanos. El PRD tiene 3 millones de afiliados", recalca Navarrete Ruiz, quien subraya que ese instituto político no surgió por "una ocurrencia de alguien", sino que fue resultado de un complejo proceso político tras las cuestionadas elecciones de 1988.
¿Por qué la decisión de competir por la dirigencia, sobre todo en momentos tan críticos para el PRD?
–Si yo estuviera haciendo un cálculo político de lo que me conviene o no me conviene, no aspiraría a ser presidente nacional del PRD, pero no se trata de eso. Se trata de darle al principal partido de izquierda lo mejor que sus militantes tienen.
"Fui fundador del partido en 1989. He sido dirigente, he sido legislador, he sido funcionario, y por lo tanto creo que estoy en la obligación de darle a mi partido mi experiencia, mi capacidad y mis habilidades para enfrentar un momento difícil".
¿Por qué es necesaria la continuidad de la corriente Nueva Izquierda, de los Chuchos?
–Aspiro a ser el presidente de todos los perredistas y no sólo de una de sus corrientes. En el PRD hay siete corrientes internas, ninguna es mayoría, por lo tanto ninguna dirige al partido al cien por ciento. Quien ha dirigido este partido ha sido el colectivo de corrientes que tiene.
"En el PRD no va a haber continuidad ni continuismo, va a haber un cambio para enfrentar una nueva etapa, convocando a los liderazgos y a las expresiones internas, a todas", sostiene.
El Consejo Nacional del PRD determinará en los próximos días la salida a la situación que enfrenta la dirigencia.