CIUDAD DE MÉXICO. La "guerra en el lodo" entre los aspirantes a la dirigencia nacional del PAN se recrudeció, luego de que Ernesto Cordero Arroyo acusó a Gustavo Madero Muñoz de "compra de voto" en algunos estados, así como de contar con el "apoyo indebido" de algunos gobernadores.
A un mes de la contienda interna, el exsenador del blanquiazul reiteró que un caso claro de este comportamiento, "que se pensaba ya erradicado", se está dando en Puebla, en donde el mandatario aliancista, Rafael Moreno Valle, "está amenazando, está cooptando y está corriendo gente de su gobierno por apoyar nuestro proyecto".
De gira proselitista por Jalisco, Cordero Arroyo también urgió a "ponerle fin a las afiliaciones masivas y a ordenar el padrón de militantes" de Acción Nacional.
Acompañado de los exgobernadores de esa entidad y coordinadores de campaña de su campaña en Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez y Francisco Ramírez Acuña, el exsecretario de Hacienda enfatizó que, junto con Juan Manuel Oliva, va a hacer un trabajo intenso "para decirle a México que viene de vuelta el PAN".
En cambio, Madero Muñoz reviró a las acusaciones de Ernesto Cordero con un: "¡Vamos a ganar y a la buena!"
Durante su gira proselitista por Quintana Roo, el presidente nacional con licencia de ese partido reiteró que va a ganar la elección interna "con propuestas y sembrando la unidad, sin denostar a nadie".
Incluso, el político chihuahuense subrayó que su propósito es abonar a la unidad de los panistas porque "al día siguiente del proceso interno vamos a cerrar filas en torno a un proyecto común que nos permita seguir avanzando".