Política

Capitalinos prefieren el Metro para desplazarse


 
Notimex
 
La elevada concentración poblacional y de actividades productivas en el Distrito Federal trae como consecuencia severos problemas de movilidad, por lo que el Metro se ha constituido como el medio de transporte preferido para 6 de cada 10 capitalinos.
 
Y es que la mayoría están convencidos de que representa un medio de transporte seguro, rápido y económico; aunque también opinan que los servicios que proporcionan el Metro, Metrobús, microbuses, peseros y taxis son insuficientes para atender la alta demanda de usuarios.
 
En la metrópoli opera al menos una decena de opciones de transporte público local, desde la compacta ecobici hasta la red del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, pero la complejidad urbana implica para la tercera parte de los usuarios invertir hasta una hora para trasladarse de su hogar al punto de trabajo.
 
Al elegir un medio de transporte, los usuarios en el Distrito Federal refieren entre sus preocupaciones la seguridad que representan los vehículos, pero también consideran que una opción para apoyar al medio ambiente es promover las unidades ecológicas, revela una encuesta realizada por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE).
 
Así, 38.5% de los usuarios consultados en la Ciudad de México asegura que el STC Metro es el medio que más utiliza para llegar a su destino, 28.5 emplea autobuses, 15.4 ocupa su automóvil, 6.3 prefiere el Metrobús y 2.5% toma un taxi.
 
Pero además, 1.4 por ciento viaja más en trolebús, 1.1 se transporta en ecobici, caminando, en bicitaxi o tren ligero, expone la encuesta levantada por GCE / Kaleydoscopio.mx el pasado 12 de marzo.
 
Sobre sus preferencias por uno u otro medio de transporte, 30 de cada 100 mencionó la rapidez, 16 argumentó el costo y 13 la cercanía de su trabajo o escuela. Para 12 influyen las paradas continuas y la comodidad; tres señalaron la frecuencia con que pasa ese transporte, y 12 omitieron respuesta.
 
El estudio expone también que 21.7% de los participantes citó como un problema la insuficiencia de transporte público, a lo que 8 de cada 100 agregaron la falta de capacitación del personal que opera las unidades.
 
Para 8.8% las unidades están en malas condiciones y son inseguras; 5 calificaron el servicio como lento y que los conductores no respetan las normas de tránsito, cuatro indicaron que los choferes son groseros, y para menos de 2 el transporte es incómodo, sucio y caro.
 
Pero si de eficacia se trata, más de 3 cuartas partes de los usuarios de transporte público en el Distrito federal respondieron que el Metro es el servicio más veloz, una décima parte se pronunció por el Metrobús y 3 de cada 100 dijeron que los taxis.
 
En contraste, el sistema ecobici, bicitaxi, Tren Ligero y Ecobús son los medios a los que menos recurre la gente para moverse en la urbe de la "gran Tenochtitlan".
 
El factor tiempo es relevante para quienes deben desplazarse de un extremo a otro en esta gran ciudad, donde el viaje de más de 30 de cada 100 dura una hora, el de 10 dos horas y el de 4 más de 2 horas. 
 
Los afortunados, 18 de cada 100, pasan media hora en el traslado y otro tanto igual de interrogados mencionaron que sus recorridos tienen "otra duración", que no contabilizaron en minutos.
 
Califican que el transporte que utilizan no contamine, y para 95% afirma que sí es importante o muy relevante que el medio sea ecológico, tema que preocupa más a las mujeres (70%), que a los hombres (66% de los consultados).
 
En el universo de cuestionados por GCE el tema de la seguridad divide opiniones, ya que 73.6% afirman que el Metro, Metrobús, taxis y autobús son más seguros; en tanto que trolebús, microbús, Tren Ligero, Ecobús, ecobici, combi y bicitaxi reciben menos de | por ciento por el temor que tiene la gente de ser víctima de un asalto al abordarlos.
 
El hecho es que la movilidad urbana es punto de preocupación, y de acuerdo con datos de la Comisión de Medio Ambiente de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), esta sería ineficiente y disfuncional, en un lapso de 3 años, de continuar con el modelo que privilegia el automóvil sobre el transporte público.

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