Península

¿Te gustan los mariscos? Ella investiga cómo se contaminan por el plástico en el mar

Dalila Aldana Aranda está investigando las concentraciones de microplásticos que hay en los caracoles rosados en Yucatán, partículas que son cancerígenas.

En el año 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, con consecuencias negativas hacia los ecosistemas marinos y los seres humanos que los consumen; por lo que Dalila Aldana Aranda, investigadora del Departamento de Recursos del Mar del Cinvestav Unidad Mérida, ha iniciado el estudio de la presencia de microplásticos en la fauna del Caribe.

"Los humanos estamos ingiriendo partículas de microplásticos al comer mejillones, almejas, ostiones, pulpos o pescado, porque se traga el animal completo, además al consumir productos del mar las personas también se exponen a los aditivos químicos asociados a la fabricación de microplásticos y de manera adicional a las sustancias tóxicas que se pegan a las partículas de plástico y eso es lo peligroso", sostuvo Aldana Aranda.

Se ha demostrado de acuerdo con el Cinvestav, que cuando un pez consume una partícula de microplásticos, después de dos horas sus componentes químicos ya se encuentran en su torrente sanguíneo y en varios días pasan al tejido del pez, es decir, a la carne que consumen las personas.

Aldana Aranda ha empezado su estudio utilizando al caracol rosa como especie modelo e indicador de lo que está pasando en toda esa región por este tipo de contaminación.

El Cinvestav dio a conocer este trabajo en un comunicado, donde señalan que los plásticos concentran altas cantidades de compuestos organoclorados (una variedad de insecticidas como el DDT) permanentes, y hasta un millón de veces más alto de lo normal, que son interruptores de las vías endocrinas de los organismos; es decir, afectan la actividad reproductiva.

Por lo tanto, cuando un pez, almeja, caracol o zooplacton ingiere estos microplásticos, adquieren cantidades elevadas de este tipo de contaminantes sólo en una partícula de este material.

Además de esto, los aditivos de plásticos y microplásticos son cancerígenos. Estos utilizan colorantes y aditivos altamente tóxicos que los hacen flexibles, tener una forma determinada, y tener mayor resistencia.

Hasta el momento, han logrado avanzar en la identificación del tipo de plástico que se encuentra en los caracoles rosados, así como la cantidad y su procedencia.

"Hemos asociado estos estudios a un trabajo biológico y ecológico; usamos diferentes herramientas de microscopia electrónica de Raman (técnica de alta resolución que permite identificar casi cualquier material) y de diferentes rayos láser que nos permite identificar cuál es el tipo de plástico presente en la cuantificación que hacemos; somos capaces de saber cuánto plástico ingiere un organismo y cuál es su procedencia, incluso podemos identificar si viene de pedacería de bolsas, botellas, hilo utilizado para pescar en línea o redes de la captura", expuso Dalila Aldana.

Mientras tanto, algunas medidas para contener este problema son eliminar el uso de plástico en la vida cotidiana, prohibir la fabricación de microplásticos para industria de cosmetología, disminuir el uso de pastas dentales y usar menos el plástico.

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