Península

¿Sargazo para cocinar? Científicos desarrollan prototipo que convierte el alga en biogás

El combustible puede ser usado como fuente calor y para generar energía limpia, aseguran especialistas del Centro de Investigación Científica de Yucatán.

Investigadores del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) desarrollaron un sistema prototipo que consigue convertir el sargazo en un biogás que puede ser utilizado como fuente calor y para la generación de energía limpia, informó el titular de la Unidad de Energías Renovables del lugar, Raúl Tapia Tussell.

En entrevista, el investigador explicó que este trabajo inició en el 2017, cuando empezaron los avistamientos de grandes arribazones de sargazo en la costa yucateca.

Ese fenómeno luego se movilizó hacia el Caribe mexicano, específicamente a la zona conocida como la Riviera Maya, en donde en los últimos meses se acumularon grandes bancos de sargazo en las playas.

"Para entonces el problema no era tan grande como ahora, pero desde ese momento se puso en marcha este plan y empezamos a trabajar con las algas que llegaban al puerto de Progreso", explicó.

Una vez limpiado y deshidratado, el sargazo se mezcla con un hongo que es capaz de degradar la lignina en estas algas y generar metano.

¿Qué es la lignina?

Se trata de un biopolímero con gran cantidad de carbono que da estructura a las células vegetales, en este caso, las algas.

"Es además un componente fundamental que refuerza y proporciona rigidez a los tejidos vegetales", según investigadoras del Laboratorio de Fisiología y Fitopatología Molecular, del Instituto de Fitosanidad del Colegio de Posgraduados.

El metano es el más sencillo de los hidrocarburos, compuesto por Carbono e Hidrógeno, ambos altamente presentes en la integración de la lignina.

Fuente: Ericka Lagunes Fortiz y Emma Zavaleta-Mejía, Función de la lignina en la interacción planta-nematodos endoparásitos sedentarios (2016), Revista Mexicana de Fitopatología.

Tras casi dos años de trabajo de investigación y desarrollo, ya pueden obtener biogás a nivel laboratorio a través de un sistema prototipo que ya inició su proceso de patentado ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI).

Ese biogás puede ser quemado en estufas para darle un uso doméstico o bien puede servir como combustible para generar energía eléctrica de manera menos contaminante que el uso de hidrocarburos.

Ahora el reto es desarrollar la infraestructura necesaria para generarlo, "hacer el escalamiento del laboratorio a sitios de producción", almacenarlo y distribuirlo fuera del laboratorio.

"Esa es una de las partes más complejas de un proyecto, pues se requiere de recursos económicos, vamos a seguir trabajando", precisó Tapia Tussell.

Según el investigador, los especialistas del CICY comprobaron que darle valor agregado a las grandes cantidades de sargazo que recalan en la región peninsular a través de un proceso molecular y biológico, es posible y viable.

"Es gas metano y podría servir hasta para vehículos automotores, pero como dijimos, el uso que se le pueda dar también depende de la capacidad de materia prima disponible, (es este caso del sargazo) y de contar con los sistemas de transformación molecular y de almacenamiento en una primera etapa", subrayó

Entre las ventajas, es que se trata de una materia prima gratuita, que llega de manera natural y que su uso como combustible puede ser una solución para que no se quede en las playas e inicie su proceso de descomposición que es también un problema ambiental y para la actividad turística.

En los últimos meses investigadores y empresarios han optado por buscar alternativas al sargazo como en la industria de la construcción a través de ladrillos hechos con ese material o fertilizantes, zapatos, libretas, entre otros productos realizados a partir de esa macroalga.

*Con información de Notimex.

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