Yonathan Amador Gomez

Cíclico de Benjamín García, un disco de "muchas libertades y posibilidades"

En 2017, el músico entró a Estudio 13 para grabar Cíclico, su primer disco como solista en quintento, acompañado de amigos como Jacob Wick, en la trompeta; Brian Allen, en el trombón; Diego Franco, en el Sax; y Gustavo Nandayapa, en la batería.

En diversas ocasiones, en mi programa de radio (Síncopa Blues por Horizonte 107.9 FM), he exaltado la gran calidad interpretativa y composicional de los jazzistas mexicanos. El contrabajista Benjamín García es uno de ellos.

Lo conocí hace, quizá diez años, cuando era un joven ─aún más que hoy─ veinteañero y promocionaba el EP del proyecto The Swing Machine, power trío que lamentablemente sólo dejó un puñado de grabaciones, en el que ya se percibía el talento del joven contrabajista, tanto al tocar como al componer. El sonido de The Swing Machine era la fusión de jazz, improvisación y rock. Una lástima que poca gente pudo conocerlo.

Pasó el tiempo y a la distancia seguí sus pasos, los proyectos en los que se involucró. Actualmente forma parte de la banda Torus ─excelente grupo que, tengo entendido, en breve sacarán su segundo disco─, colabora en diversos proyectos con Jenny Beaujean (tiene un disco grabado a dueto) y produjo y dirigió el disco Efímero de JAB/Jenny Beaujean, por mencionar solo algunos. Además, ha tocado con una gran diversidad de jazzistas de talla internacional.

Por eso mismo me resultaba extraño que pasaran los años y Benja, como le decimos muchos, no tuviera un disco bajo su tutela, en el que tuviera la libertad de plasmar sus ideas musicales, su propuesta y dejar un registro del momento por el que estaba pasando.

Eso comenzó a cambiar hace unos años y se materializó en 2017 cuando Benja entró a Estudio 13 para grabar Cíclico, su primer disco como solista en quintento, acompañado de amigos como Jacob Wick, en la trompeta; Brian Allen, en el trombón; Diego Franco, en el Sax; y Gustavo Nandayapa, en la batería.

Cíclico, el nombre del álbum, surge justamente de los momentos y etapas por los que ha atravesado y recorrido el propio Benjamín, "es como una marea que te va llevando hacia algún lugar", sin que te des cuenta. Ese transitar de un lugar a otro, de proyecto en proyecto, tocando con músicos distintos y aprendiendo de todos, es "parte del ir en la vida musical, encontrando cosas".

La incorporación de Brian Allen y Jacob Wick, dos músicos estadounidenses radicados en nuestro país desde hace algunos años, no es fortuita. Benjamín comenzó la idea de su proyecto pensando en ellos y componiendo líneas para ellos, con la mente puesta en experimentar musicalmente. Tanto Brian como Jacob, más allá del jazz, tienen un lenguaje y una técnica que los lleva a la experimentación y la música contemporánea.

Un claro ejemplo de lo anterior es el tema Aphex, que incluye una carga de improvisación, que por momentos podría ubicar al ensamble en el free jazz. Las 8 rolas que componen Cíclico, van de un jazz más armónico con una línea melódica más estructurada (Nevado) a temas en donde la libertad musical es vasta y cada músico da rienda suelta a su instrumento, sin perder la directriz central del tema.

Cíclico, primer proyecto de Benjamín García, es un disco de gran manufactura, circular en todos los aspectos, "de muchas libertades y muchas posibilidades", como lo calificó Benja y de una madurez tal, que pareciera que estaba destinado a cocerse a fuego lento, en espera del momento justo y los integrantes correctos.

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