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T-MEC: victorias y aprendizajes

Piz habla de los retos de la negociación del acuerdo trilateral como emparejar la competitividad e infraestructura del país con la de sus socios

"Ni los amigos ni las alianzas deben darse por sentado".

La frase es de Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, al hablar sobre las "victorias" y los "aprendizajes" del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá.

De principio a fin, los negociadores mexicanos siguieron cuatro objetivos a los que se comprometieron con el Senado:

1. Entrar a un proceso de negociación cuyo resultado no fueran tarifas, aranceles o cuotas.

2. Modernizar el TLCAN original incorporando nuevas disciplinas de comercio, como energía y e-commerce.

3. Incluir disciplinas que contribuyeran a atajar las críticas al modelo, como el capítulo anticorrupción.

4. Mantener la certidumbre a través de todos los mecanismos de resolución de controversias.

¿Cuáles son las victorias de México en el T-MEC?

Los cuatro objetivos de la negociación se cumplieron y reflejaron en los textos del tratado.

Las propuestas más tóxicas de EU quedaron fuera de los textos finales.

El acuerdo comercial mantuvo su plataforma trilateral.

Y el tratado se modernizó en términos de reglas o disciplinas reconocidas por el multilateralismo comercial.

¿Cuáles son los aprendizajes?

La frase de Baker describe muy bien la principal lección: en materia comercial, "ni los amigos ni las alianzas deben darse por sentado. Nosotros pensamos que era así".

Siempre estuvo en duda que los tres países tuvieran el mismo objetivo en el proceso de negociación.

En 1992, cuando se negoció el TLCAN, había tres países con una clara voluntad de integración comercial, recuerda Francisco de Rosenzweig, socio de White & Case.

"Acabamos haciendo esta negociación por una razón equivocada", revela el subsecretario Baker.

El objetivo de México era modernizar el TLCAN, después de 24 años vigente sin revisión, pero no renegociarlo.

Esa idea se hizo realidad cuando el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca.

Desde que Trump tomó la presidencia en enero de 2017, "la narrativa cambió" y ahora estamos "ante una nueva forma de entender el comercio internacional", señala De Rosenzweig.

Durante la negociación, México se enfrentó a un entorno de escasa certidumbre jurídica ante las amenazas frecuentes de Trump de cancelar el TLCAN.

"La idea de que el TLCAN fuera a desaparecer va a permanecer y la única manera de mitigarla y revertirla es hacer el trabajo de competitividad interno y abrir otras opciones en el exterior", dice Baker.

Su opinión la comparte José Zozaya, presidente de Kansas City Southern de México, quien advierte que "el éxito va a ser incompleto si el país no logra empatar con sus socios comerciales en competitividad, tecnología, infraestructura y agilidad administrativa".

Para el empresario, es imprescindible modernizar toda la infraestructura que tenemos en México: portuaria, aeroportuaria, ferroviaria y carretera.

También es necesario eliminar todas las leyes que son un obstáculo para que las mercancías mexicanas crucen ágilmente la frontera.

"Si pones topes físicos, le estás restando competitividad al tratado renegociado", enfatiza Zozaya.

El T-MEC permite tener predictibilidad y certidumbre sobre el comercio y la inversión en la región.

México tuvo que ceder en la negociación del nuevo acuerdo, que presenta desafíos competitivos frente a EU y Canadá.

¿Podrá superarlos?

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