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Señales de erosión de la confianza en México

¿Cuál es el escenario de la economía de México? Esto dice Víctor piz.

Datos publicados por el Inegi en la semana confirmaron un virtual estancamiento de la actividad económica en México y una pérdida de impulso de la recuperación.

El Indicador Global de la Actividad Económica o IGAE, que es una medición aproximada del PIB mensual, avanzó 0.1 por ciento en diciembre pasado respecto al mes previo.

Si bien fue su séptimo incremento mensual consecutivo, fue también el menor crecimiento desde junio que comenzó la reapertura de actividades que habían sido catalogadas como no esenciales durante el confinamiento de abril y mayo.

En términos anuales, el IGAE tuvo una reducción de 3.7 por ciento respecto a diciembre de 2019, con lo que ligó 18 meses en contracción, que representa su mayor periodo en terreno negativo desde que hay cifras disponibles.

Además, todavía se ubica 2.1 por ciento por debajo del nivel registrado en marzo, previo a la emergencia sanitaria, pero no se ve que esté cerca de recuperarlo o, más aún, superarlo.

En diciembre de 2020, la actividad económica fue afectada por el regreso a semáforo rojo en varias entidades federativas, principalmente Ciudad de México y Estado de México, que representan cerca de la cuarta parte de la economía nacional.

La economía resintió los efectos del restablecimiento de las medidas de restricción para tratar de contener la pandemia y la nueva ola de contagios en el país.

El número de contagios y defunciones mensuales por Covid-19 alcanzó sus máximos en enero de 2021, que hasta ahora es el peor mes y el más letal en México desde el inicio de la pandemia.

Es muy probable que en enero la recuperación no sólo haya perdido aún más vigor, sino que incluso llegó a contraerse, pues el primer mes del año cerró con 13 entidades en semáforo rojo, 17 en naranja y sólo dos en amarillo.

El mayor riesgo epidemiológico entre finales de enero y principios de febrero se sumó a la severidad de las afectaciones causadas por el desabasto de gas natural y energía eléctrica en buena parte del país.

Ambos factores fortalecen la posibilidad de registrar de nuevo tasas de crecimiento trimestral negativas del PIB en el primer trimestre del año, lo que vendría a interrumpir la recuperación iniciada en el segundo semestre de 2020 a partir del relajamiento de las medidas de confinamiento.

A pesar de los 'nubarrones', soplan 'vientos favorables' para la economía mexicana con el paquete de estímulo fiscal por 1.9 billones de dólares en Estados Unidos propuesto por el presidente Joe Biden.

La recuperación de México estará impulsada sobre todo por el sector externo, particularmente por la demanda de EU, principal destino de las exportaciones automotrices y manufactureras.

A principios de la semana, los analistas encuestados por Citibanamex mejoraron la expectativa de crecimiento para la economía mexicana en 2021 de 3.6 a 3.9 por ciento, aunque algunos participantes creen que puede crecer más.

Más optimista, la agencia calificadora Moody's revisó al alza su pronóstico de crecimiento para México en este año de 3.4 a 5.5 por ciento.

Sin embargo, los escenarios de crecimiento están sujetos cuando menos a dos factores de riesgo que pueden limitar la recuperación.

Uno es el lento avance en el proceso de vacunación, mientras circulan nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 en el país.

Otro es la erosión de la confianza sobre México con la aprobación de la iniciativa preferente sobre la Ley de la Industria Eléctrica, entre otras acciones que generan incertidumbre jurídica y un ambiente adverso para la inversión.

Dos señales en ese sentido son la advertencia de Moody's de que la reforma eléctrica desalienta la inversión privada en energías renovables y el anuncio de JP Morgan del cierre de su negocio de banca patrimonial y privada en México.

¿Se oscurecerá el clima de optimismo que parece ya instalado en el país?

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