Dinero, Fondos y Valores

Se encienden las alarmas sobre México

Entre los principales obstáculos para el crecimiento de México destacan los relacionados con las condiciones económicas internas y los problemas de gobernanza.

Como era esperado, la iniciativa que reforma la Ley de la Industria Eléctrica fue aprobada ayer en fast track por Morena y sus aliados en el Pleno del Senado de la República, sin cambiar una coma.

Para cumplir todo el proceso legislativo, ya sólo falta su promulgación por parte del presidente López Obrador y su publicación en el Diario Oficial de la Federación.

Al afectar el proceso de competencia y restringir las energías renovables, la reforma eléctrica es uno de los factores que más pueden lastimar la confianza en México, en momentos en que hay muchos elementos de incertidumbre que inhiben la inversión, más con el cambio en las 'reglas del juego'.

La encuesta que cada mes levanta el Banco de México entre especialistas del sector privado refleja la opinión de los analistas sobre los choques negativos a la confianza empresarial y la gobernanza.

Respecto a la percepción del entorno económico, las opiniones preponderantes sugieren que el clima de negocios en los próximos seis meses permanecerá igual y que este es un mal momento para realizar inversiones.

Entre los principales obstáculos para el crecimiento de México destacan los relacionados con las condiciones económicas internas y los problemas de gobernanza, que son también a los que se les asigna un mayor nivel de preocupación como limitantes de la recuperación.

A nivel particular, los principales factores que más podrían obstaculizar el crecimiento son la debilidad en el mercado interno, así como la incertidumbre política interna.

Aun así, los pronósticos de crecimiento para México en 2021 continúan mejorando ante el nuevo paquete de estímulo fiscal en Estados Unidos –aprobado ya por la Cámara de Representantes y que aún debe avalar el Senado– y la campaña de vacunación en nuestro país, si bien hay dudas sobre su avance y cobertura.

Según la encuesta del Banxico de febrero, publicada ayer, la expectativa de crecimiento económico para este año aumentó de 3.5 a 3.7 por ciento en el último mes, apoyada en la perspectiva de una recuperación más vigorosa de EU.

Eso sugiere que el sector privado espera una mejoría de la economía mexicana, que sin embargo no será rápida ni pareja entre sectores y regiones.

El pronóstico de 3.7 por ciento está lejos de lo previsto por la mayoría de los analistas hace seis meses, cuando la estimación no llegaba a 3.0 por ciento.

Pero en buena medida será el 'efecto rebote' después de que en 2020 el PIB de México registró una caída anual de 8.2 por ciento con cifras originales, que representa la contracción más profunda de la economía en casi nueve décadas.

A eso se suma el hecho de que la recuperación al inicio del año ha sido titubeante con el regreso a semáforo rojo y las consecuentes restricciones a la movilidad en muchas entidades federativas, asociado con los retrasos en la distribución de vacunas contra la Covid-19 y, más recientemente, con el desabasto de energéticos en varias zonas del país.

En algunos indicadores prospectivos, la economía sigue sin mostrar señales claras de recuperación.

Por ejemplo, los indicadores del IMEF continuaron en zona de contracción en febrero y sugieren que en ese mes se mantuvo la atonía de la actividad económica.

De manera particular, el manufacturero disminuyó respecto a enero y se adentró en terreno contractivo afectado por los cortes en el suministro de gas natural y los apagones, así como por la escasez de semiconductores en la industria automotriz.

Mientras las expectativas de crecimiento siguen apuntando a una recuperación parcial en 2021, que no compensará ni la mitad de lo perdido el año anterior, más factores de incertidumbre se hacen presentes, como las reformas al sector eléctrico, que encienden las alarmas sobre México.

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