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El riesgo de una respuesta tardía

La magnitud de la caída dependerá de lo que dure la paralización de la actividad económica para mitigar la propagación del coronavirus.

Está claro que la economía mundial entró "en una recesión que es tan grave o peor que la de 2009", afirmó con tono de preocupación la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

"Pero esperamos una recuperación en 2021", Para ello, "es fundamental que demos prioridad a la contención" de la pandemia del coronavirus, agregó en una declaración reciente.

En ese contexto continúan los recortes en las previsiones para la economía mexicana en 2020, donde el más pesimista es el banco JPMorgan, que actualizó su escenario con el inicio de la fase 2 de la epidemia en el país y ahora estima una caída del PIB de 7 por ciento anual.

Para algunos, un decrecimiento de 7 por ciento puede parecer exagerado, pero para otros es un pronóstico conservador ante el fuerte impacto económico sobre México del Covid-19, más aún cuando no se ha presentado un programa de apoyo a la economía.

La magnitud de la caída dependerá de lo que dure la paralización de la actividad económica para mitigar la propagación del coronavirus.

Citibanamex, que ahora estima una contracción de la economía de 5.1 por ciento, considera que "una respuesta tibia y retrasada en términos de política de salud pública para contener la propagación del Covid-19 en México, probablemente resultaría en una interrupción económica más larga y más profunda".

El llamado, incluso en tono enérgico, del gobierno mexicano para posponer las actividades que no sean esenciales y quedarse en casa voluntariamente para que el contagio sea menos intenso, no ha tenido la respuesta deseada.

El inicio de la fase 2 del Covid-19 es un tema de preocupación para algunas calificadoras, como Moody's, que al comparar a México con otros países de la región no llega a una buena conclusión:

"Un supuesto negativo en el que la contracción del PIB de México es más severa y dura más de un trimestre no es nuestro escenario base, pero… tiene una mayor probabilidad de materializarse en comparación con otros países de América Latina, que ya han reaccionado en forma más contundente para enfrentar la pandemia.

"Por ejemplo, Perú y Chile declararon estados de emergencia, limitando el trabajo en persona a negocios esenciales solamente, cuando su respectivo número de casos confirmados se acercó a los que México está exhibiendo actualmente".

En México, apenas el lunes se declaró como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor a la epidemia del Covid-19.

Moody's califica a México con la nota A3, pero con perspectiva negativa tanto para el gobierno como para Pemex (Baa3), cuyos ingresos se ven muy afectados por los menores precios del petróleo.

El riesgo es que Moody's baje la calificación soberana de México y, en consecuencia, la de Pemex, con lo que perdería el grado de inversión de una segunda calificadora, además de Fitch.

Si se confirma ese escenario, podría haber una venta forzada de instrumentos de deuda de la empresa petrolera por parte de fondos de inversión, con las consecuentes presiones sobre el peso mexicano.

Una primera llamada de atención es la de S&P, que la semana pasada bajó la calificación soberana de México y la de Pemex a BBB con perspectiva negativa, a dos escalones de perder el grado de inversión.

Se mantiene una alta percepción de riesgo sobre México en el peor momento posible, cuando debemos enfrentar un largo periodo de incertidumbre, más prolongado aún que la cuarentena, que se extendió al 30 de abril.

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