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Se apagan los motores del crecimiento

Si bien la economía mexicana ha mostrado resiliencia en los años recientes, en 2024 y 2025 enfrentará fuertes presiones fiscales.

De acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), al inicio del segundo trimestre del 2024 la economía mexicana apunta a extender la debilidad observada en la primera parte del año.

Se estima que en abril la actividad económica del país habría registrado un avance de 0.1 por ciento mensual, lo que, de confirmarse, marcaría un virtual estancamiento.

El IOAE sugiere un nulo crecimiento tanto de la industria como del comercio y los servicios, que simultáneamente se mantendrían sin variación alguna respecto a marzo previo.

De confirmarse un posible estancamiento de las actividades secundarias y terciarias, los principales motores de la economía se habrían apagado al inicio del segundo trimestre.

A tasa anual, contra abril de 2023, la actividad económica a nivel nacional se habría expandido a un ritmo de 1.7 por ciento, menor al registrado en los dos meses previos.

El estimado para marzo fue revisado a la baja, de un crecimiento de 0.2 por ciento mensual a una contracción de 0.2 por ciento, después de un rebote de 1.4 por ciento observado por la actividad económica en febrero.

Rebote en febrero que se produjo después del desplome de 0.9 por ciento en enero, que representa su mayor contracción desde 2020.

La economía en México ha caído a tasa mensual en dos de los primeros cuatro meses del año electoral.

A tasa anual, respecto a marzo de 2023, el crecimiento económico estimado del tercer mes del año se perfila de 2.4 por ciento.

Mañana temprano el INEGI publicará las cifras revisadas del PIB al primer trimestre de 2024, así como el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de marzo, con el cual se corroborará si el IOAE acierta en lo que anticipa para ese mes.

De acuerdo con la estimación oportuna publicada por el INEGI a finales de abril, el PIB de México registró un crecimiento trimestral de 0.2 por ciento en el periodo enero-marzo, con cifras ajustadas por estacionalidad.

Consiguió ligeramente un mejor dinamismo en relación con el 0.1 por ciento del cuarto trimestre de 2023, cuando la economía mexicana mostró una significativa desaceleración ante el debilitamiento de los tres sectores de actividad.

En un reporte de análisis, Citibanamex señaló que las previsiones del INEGI para la actividad económica en marzo y abril “implicarían una revisión a la baja del crecimiento del PIB del 1T24″ (primer trimestre de 2024).

“Ello sería desde +0.2 por ciento trimestral a -0.1 por ciento (nosotros esperamos que el PIB haya crecido 0.1 por ciento en el 1T24), y un lento inicio para el 2T24, apoyado por el sector primario”.

Hacia delante el área de Estudios Económicos de Citibanamex sigue pronosticando una desaceleración de la economía mexicana para este año:

“Mantenemos nuestro pronóstico de crecimiento en 2.1 por ciento para 2024, si bien la desaceleración que inició en el 4T23 y continuó durante el 1T24 incrementa los riesgos a la baja para la actividad” económica.

La desaceleración al cierre de 2023 y su extensión al inicio de este año implican una expectativa de crecimiento del PIB para 2024 menor y con riesgos sesgados a la baja una vez transcurrido el proceso electoral.

El consenso de analistas en la encuesta quincenal de Citibanamex publicada ayer, continúa previendo que este año el PIB de México crecerá 2.2 por ciento, después de un crecimiento de 3.2 por ciento en 2023.

Entre los analistas de mercados se asume que el entorno macroeconómico es incierto y está sujeto a riesgos que podrían modificar las estimaciones de crecimiento para 2024, que van de un mínimo de 1.4 por ciento a un máximo de 2.8 por ciento.

Sobre todo hay incertidumbre por los efectos que pueda tener la postura fiscal expansiva hacia el cierre de la administración de López Obrador, que implica una ampliación del déficit en las finanzas públicas a un nivel no observado desde finales de los años ochenta.

Si bien la economía mexicana ha mostrado resiliencia en los años recientes, en 2024 y 2025 enfrentará fuertes presiones fiscales, que de por sí tiene el gobierno para aumentar el gasto público.

Los retos de política fiscal y finanzas públicas limitarán el crecimiento económico respecto al de los años previos.

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