Dinero, Fondos y Valores

La inflación y la ‘economía moral’

Víctor Piz reflexiona sobre los recientes datos de inflación y el crecimiento de la economía en México.

Cuidado con las interpretaciones para no hacer una lectura sesgada o ‘politiquera’ sobre la evolución de los principales indicadores económicos del país.

Con respecto a la inflación general en la primera quincena de febrero, que desaceleró a 4.5 por ciento anual, con redondeo de cifras, desde 4.9 por ciento en las últimas dos semanas de enero, la virtual candidata Claudia Sheinbaum destacó que “la inflación disminuyó en febrero”.

En su cuenta de X, con un gráfico de Presidencia sobre la inflación anual en México, expuso que “como hemos insistido, la economía florece cuando hay honestidad, disciplina y se riega desde abajo. Se llama economía moral, la cual es sustantiva del humanismo mexicano”.

El INEGI tiene ‘otros datos’, pues la inflación en México parece comenzar a retomar la tendencia descendente que había registrado de enero a octubre del año pasado.

En la primera mitad de febrero, el Índice Nacional de Precios al Consumidor disminuyó 0.1 por ciento quincenal y, con este dato, la inflación general fue, como se indicó arriba, de 4.5 por ciento anual.

Además de que se moderó por segunda quincena consecutiva, este es su nivel más bajo desde la segunda mitad de noviembre pasado, lo cual sugiere que ya dejó atrás el ‘chipote’ de diciembre y principios de enero.

Este avance en el proceso de desinflación se explica por diversas razones, pero principalmente por la inflación anual de los productos agropecuarios, que sorprendió a la baja.

Ésta registró un repliegue de 9.8 por ciento en la segunda quincena de enero a 5.7 por ciento en la primera de febrero.

Y en su interior, la inflación anual de los precios de las frutas y verduras se desaceleró de 22.9 a 17.1 por ciento en el mismo periodo.

El rubro de frutas y verduras tuvo una caída quincenal de 7.2 por ciento, la más pronunciada para una primera mitad de febrero desde el año 2002.

El pasado 14 de febrero se apuntó en este espacio que, en los últimos dos meses, “la tasa anual de los precios de las frutas y verduras se disparó de 11.7 a 21.8 por ciento, con lo que prácticamente se duplicó entre diciembre y enero”.

Este incremento se debió en buena parte a los ajustes al alza en los precios de la cebolla, el jitomate y el tomate verde, cuya oferta se vio reducida por factores climáticos adversos.

Sólo en enero las tasas anuales de los precios del jitomate y la cebolla contribuyeron, en conjunto, con más de la mitad a la inflación anual de las frutas y verduras.

La buena noticia es que la inflación anual de las frutas y verduras en su última lectura, la de la primera quincena de febrero, se redujo en 5.8 puntos porcentuales, aunque aún es 3.8 veces más alta que la inflación general.

El componente no subyacente, que incluye los productos con los precios más volátiles, como los agropecuarios, fue el que determinó el repliegue de la inflación en la primera mitad de este mes, no la ‘economía moral’.

PIB: luces y sombras

En el cuarto trimestre de 2023, la actividad económica nacional presentó una significativa desaceleración.

De acuerdo con la estimación tradicional publicada el jueves por el INEGI, el PIB de México registró un crecimiento trimestral de 0.1 por ciento en el periodo octubre-diciembre y acumuló nueve trimestres al alza.

El dato quedó en línea con la estimación oportuna publicada el pasado 30 de enero.

Con respecto al mismo periodo de 2022, el PIB registró un crecimiento anual de 2.5 por ciento.

El promedio de crecimiento económico del país en todo 2023 es de 3.2 por ciento contra el año anterior.

Aunque confirma el buen desempeño y la resiliencia de la economía mexicana, el crecimiento de 2023 implica una moderación respecto al 3.9 por ciento observado en 2022.

Con la actualización que hizo el INEGI de las cifras de 2020 y 2021, México tiene un crecimiento promedio anual de 0.8 por ciento en los cinco años que van del gobierno del presidente López Obrador.

Aún faltan siete meses para que concluya la administración, pero este será el sexenio de más bajo crecimiento desde el de Miguel de la Madrid, de 1983 a 1988, cuando la economía nacional se estancó.

Si bien el PIB de México alcanzó al cierre de 2023 un nuevo máximo histórico, el PIB per cápita o por habitante está en niveles similares a los de 2017, por lo que aún tiene un rezago de seis años.

COLUMNAS ANTERIORES

La herencia sombría de AMLO a Claudia
Genio y figura hasta la sepultura… de inversiones

Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opinión y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.