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El riesgo de ‘inflar’ el crecimiento

A ojos de analistas, las metas de crecimiento que Hacienda planteó en el Paquete Económico 2023 son optimistas y algo ambiciosa, resalta Víctor Piz.

En la fecha límite, el Ejecutivo federal entregó el jueves en la tarde, en ambas cámaras del Congreso de la Unión, el Paquete Económico para 2023, que mantiene el enfoque en la política de “austeridad republicana”.

Una de las principales metas fiscales para el próximo año es un déficit primario de 0.2 por ciento del PIB, después de un superávit estimado de 0.1 por ciento del PIB para el cierre de 2022 con cifras actualizadas.

De acuerdo con la Secretaría de Hacienda, este balance fiscal prácticamente en equilibrio contribuirá a mantener una trayectoria estable y sostenible de la deuda pública.

Pero en un entorno de austeridad y compromisos de gasto en programas de bienestar y proyectos de infraestructura de la 4T, como el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, se ve cuesta arriba alcanzar un crecimiento de la economía mexicana de 3 por ciento en 2023, como se estima en el Paquete Económico, tras uno de 2.4 por ciento proyectado para este año.

Ambas previsiones están muy por arriba de lo publicado en las más recientes encuestas de expectativas de analistas del mercado.

La perspectiva de crecimiento económico para 2022 del consenso de analistas en la Encuesta Citibanamex publicada esta semana es de 1.9 por ciento.

Pero para 2023, su estimación es que nuestra economía avance sólo 1.4 por ciento, ni la mitad de lo que se considera en el escenario de crecimiento puntual planteado en el Paquete Económico.

Además, el rango de pronósticos va desde ‘crecimiento cero’, como en el caso de BofA, a 2.1 por ciento, en el de Multiva, pero ninguna de las 33 instituciones participantes en la encuesta más reciente anticipa una cifra más alta.

De manera que las proyecciones económicas del gobierno para el crecimiento de 2022 y 2023 son altas, por no decir que optimistas e incluso ambiciosas, según la lectura de algunos analistas.

Más aún en el contexto de los crecientes indicios de una desaceleración económica global, en particular de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.

Sin embargo, el escenario base considerado para las estimaciones realizadas por la SHCP “contempla una desaceleración de la economía estadounidense, mas no una recesión”, se precisa en el programa económico.

En un análisis del Paquete Económico, los economistas de BBVA México, Arnulfo Rodríguez y Carlos Serrano, advierten que la previsión de un crecimiento económico de 3 por ciento para 2023 es optimista frente a su pronóstico de 1.6 por ciento y que esta “sobreestimación” es la principal fuente del riesgo a la baja para los ingresos tributarios proyectados.

Coincidentes, los economistas de Valmex, Víctor Ceja y Alejandro Fajardo, señalan que la sobreestimación del crecimiento es un riesgo para el cumplimiento de las metas fiscales, pues si la economía crece menos de lo estimado, la recaudación tributaria también será menor y el déficit público podría ser mayor.

En el mismo sentido, la economista para México del banco BNP Paribas, Pamela Díaz Loubet, asegura que la proyección de crecimiento para el próximo año está sobreestimada respecto a su expectativa de 1.3 por ciento.

A su vez, esta diferencia estaría generando una sobreestimación en los ingresos presupuestales totales.

El segundo supuesto “debatible” es el de la producción petrolera, que Hacienda estima para 2023 en 1.87 millones de barriles diarios, mientras que BNP Paribas cree que podría estar más cerca de 1.7 millones de barriles diarios.

De acuerdo con Díaz Loubet, estos dos elementos –mayor crecimiento y mayor plataforma de producción– estarían creando una sobreestimación de los ingresos de alrededor de 0.6 puntos del PIB.

El Paquete Económico para 2023 tiene la virtud de privilegiar la prudencia fiscal y mantener prácticamente estable el nivel de la deuda pública como proporción del PIB.

No obstante, el escenario económico está construido sobre supuestos optimistas de crecimiento y producción petrolera, en un entorno de mayor incertidumbre global.

El riesgo es que los ingresos previstos sean insuficientes y comprometan el cumplimiento de las metas de balance fiscal, que –según Hacienda– son consistentes con un nivel sostenible de la deuda pública.

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