Lo Básico

La tercera hipótesis: ‘gato por liebre’

Desde la temporada pasada se engañó al comprador europeo con un pulpo de mayor peso, hidratado con sal, para cobrar más; eso mantiene estancados los inventarios.

Calidad, en ello se basa una tercera hipótesis de lo que le ocurre a la comercialización del pulpo yucateco, que no permite que fluyan inventarios, y que prevalezca un precio bajo.

Todo indica a que 'algunos' se arriesgaron a darle 'gato por liebre' a los europeos, o mejor dicho 'pulpo hinchado de agua con sal para que pese más, en lugar de pulpo normal'.

El tema es tan delicado y riesgoso que será abordado en el recién instalado comité consultivo para el manejo de esta pesquería del próximo viernes, donde tienen un lugar los industriales, exportadores, permisionarios, armadores, investigadores, funcionarios de gobierno estatal, federal y de seguridad.

Recuento

Hace tres semanas, en este espacio, se plantearon dos hipótesis de lo que podría haber detrás de la asombrosa venta ambulante de pulpo en la capital yucateca, ya que se trata de una cadena productiva organizada, eslabonada y principalmente exportadora.

Las reacciones de la propia industria pesquera, organizaciones y permisionarios arrojaron una tercera hipótesis de la necesidad de vender 'por fuera' la captura de pulpo fresco a mejor precio: "le metieron agua con sal al pulpo para ganar peso y cobrar más y los europeos ya no quieren comprar".

La cadena productiva lo sabe, aunque no todos lo practiquen, pero es una realidad que los europeos detectaron que el pulpo yucateco que les estaba llegando había sido hidratado, como sucede con los camarones asiáticos o los filetes de pescado como el Basa, que al momento de tocar el sartén, casi desaparecen, ya que son prácticamente agua.

Al pulpo no le inyectan propiamente el agua con sal, sino que lo dejan inmerso en agua fría con sal y el octópodo lo absorbe de manera natural, ganando más peso.

Alto riesgo

La idea de engañar al comprador europeo con un producto de mayor peso, para cobrar más, fue una práctica que ocurrió desde la temporada pasada (agosto a diciembre 2018) y que los europeos detectaron con análisis en mano.

Si bien no toda la industria o cadena productiva lo realizó, sí causó efectos en la organizada actividad pulpera, y se explica en los altos inventarios: unas 10 mil toneladas, con los que se inició esta temporada el pasado 1 de agosto.

Ya decíamos que a nivel nacional Yucatán es líder en la captura del pulpo. El año pasado fueron 36 mil toneladas en los cuatro meses y medio que dura la temporada.

Y también son el principal exportador, el año pasado se exportó poco más del 30 por ciento de lo capturado, generando casi 100 millones de dólares, según datos de Aduanas y Sader.

El año pasado cada kilo de pulpo se pagó al pescador hasta en 110 pesos, y a principios de este 2019 el precio de exportación se mantuvo alto, pero los europeos detectaron que el pulpo yucateco estaba rindiendo menos del 40 por ciento, que usualmente se logra al cocerlo y las compras disminuyeron.

La baja demanda hizo que los industriales llegaran al 1 de agosto con inventarios al tope y el precio se desplomó, arrancando en 47 pesos al pescador y se estabilizó en 65 a 70 pesos el kilo, que resulta bajísimo para 10 horas bajo el sol en alta mar y a la espera.

Lamentablemente, en el engaño el impacto es parejo. No todos dieron gato por liebre, pero sí a todos les impactó en el precio y una menor demanda.

¿Sin cuotas?

Tanto pulpo había en inventarios para el 1 de agosto, y el precio de venta era tan bajo, por poca demanda, que el comité acordó en su instalación que por primera vez no habría cuotas de captura para el pulpo maya, ya que habría una sobreoferta que desplomaría aún más el precio, sin tener en la mesa las pruebas del 'gato por liebre'.

Sin embargo, la cadena productiva fue abriendo paulatinamente el problema de calidad y hoy es un tema de cuidado, comprobado y que discutirán este viernes con todos los representantes del comité.

Y la propia Conapesca con el Inapesca ya enviaron el proyecto de cuota de captura, así que sí habrá cuota de captura como cada año y es por 17 mil 348 toneladas, según la opinión técnica del Inapesca RJL/INAPESCA/DGAIPA/849/2019, con fecha de 30 de julio de 2019.

La cuota de captura aplica sólo para el pulpo maya y es exactamente la misma que en la temporada 2018, la cual auguraba un 'festín pulpero', pero porque había un precio atractivo que rebasaba los 100 pesos por kilo.

El 'gato por liebre' resultó muy costoso y la tercera hipótesis complementa la baja demanda y el furtivismo.

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