Lo Básico

Año nuevo, nuevo cargo

El año nuevo viene acompañado de nuevo cargos en la representación del gobierno federal del sector pesquero en Yucatán.

Un nuevo año es la oportunidad de renovar, de mejorar, de avanzar, de tener esperanza por lo mejor, y algo similar sucede con los nuevos cargos o responsabilidades, sobre todo en el gobierno, porque se tiene la ilusión de que ‘ahora sí' van a cambiar las cosas.

Esa sensación es la que se percibe en estos días entre el sector pesquero de Yucatán, porque el año nuevo viene acompañado de nuevo cargos en la representación del gobierno federal del sector pesquero.

Y es que en tres años de la cuarta transformación, van dos comisionados nacionales de Pesca. El primero dimitió por aspiraciones políticas en su estado (Sinaloa). Y en Yucatán van cuatro representantes de Conapesca; los tres primeros sin tener relación directa con el sector, pero sí con miras a cargos políticos.

Después de tres años de un ir y venir de servidores públicos en Conapesca Yucatán, que es un sector que significa el principal generador de empleo en la actividad primaria, y que es un importante generador de dvisas y de derrama económica para las comunidades pesqueras, se nombra a Pastor Contreras, un hombre de las filas de Morena, pero que ha vivido y conoce la actividad pesquera.

Contreras es del puerto de San Felipe, donde también es originario el delegado del gobierno federal en el estado, Joaquín Diaz Mena. Ha sido pescador, líder de la Federación de Cooperativas de Pescadores del Oriente de Yucatán, fue candidato a la presidencia municipal de su puerto y fue propuesto para ser el nuevo representante de Conapesca en Yucatán.

La decisión fue respaldada por los representantes del sector: investigadores, empresarios, exportadores, pescadores y la comunidad pesquera.

La esperanza es que con la llegada de Contreras se puedan entender y acelerar temas que se arrastran en el sector, como mejorar inspección y vigilancia, recuperar la unidad con la autoridad federal para resolver propuestas de abrir nuevas temporadas y pesquerías, así como impulsar la acuacultura, gestionar agilidad en certificaciones, entre otras.

El sector pesquero del estado ha sido beneficiado con programas federales, pero la cadena productiva en su conjunto sigue con los mismos retos que cuando inició 2019 y cuando llegó la cuarta yransformación: sigue la pesca ilegal; siguen los asaltos en altamar; sigue deteriorándose la pesquería del mero, la principal por su carga social; sigue depredándose el pepino de mar y sin respetarse la veda de las pesquerías.

Sigue sin impulsarse la acuacultura o la apertura de otras pesquerías.

Con 2022 viene la esperanza que en los tres años que quedan de administración federal y estatal se puedan alinear los astros para que los funcionarios enruten a un buen puerto a la actividad pesquera.

Veremos. ¡Feliz año 2022!

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