Las mujeres que indignadas protestaron la semana pasada hicieron algunos desmanes propios de la turba, fenómeno sociológico en el que un aglomerado de personas actúa de manera espontánea y poco organizada, y se enardecen así mismas por la razón que les motiva. La marcha en la que miles de mujeres hartas protestaron por la violencia que sufren, por la discriminación que resulta de su género, el escandaloso número de muertas, violadas y violentadas, y en general la desventaja que tiene la mayoría de la población (por fortuna tenemos más mujeres que hombres) de vivir en un país de machos violentos, trajo consigo saldos menores que llamaron la atención de aquellos que tomaban té mientras veían en la televisión las pintas que se hacían al Ángel de la Independencia.
Grafitear un monumento resulta siempre grotesco, pero infinitamente menos que las atrocidades que nuestras mujeres han sufrido y que el pánico que tenemos todos, especialmente ellas, de ser atacadas, violadas, asaltadas, heridas o muertas por una civilización descompuesta que se fermenta en la ilegalidad, la ausencia de mecanismos de seguridad jurídica y muchos policías corruptos cuando no mal preparados y poco retribuidos.
Hubo voces de escándalo por los grafitis en el Ángel. Casi una broma esnob de mal gusto: el asesinado manchó de sangre los tapices venecianos… Quién espere una protesta civilizada, no debe hacerlo en un país que sufre la barbarie cotidiana:
De acuerdo con las Naciones Unidas, en México al menos seis de cada 10 mujeres ha enfrentado un incidente de violencia; 41.3 por ciento ha sido víctima de violencia sexual y nueve mujeres son asesinadas al día.
Los estudios de la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana y del SESNSP revelan que de 2015 a junio de 2019 se han registrado tres mil 80 presuntos delitos de feminicidio a nivel nacional. Tan solo de enero a junio de 2019 se han registrado 470 feminicidios.
De enero de 2016 a junio de 2019 se han hecho 461 mil 505 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer (89 mil 926 este año); 15 mil 386 con incidentes de abuso sexual (dos mil 586 este año) y 13 mil 54 con incidentes de violación (mil 895 este año). ¿Cuántas pintas tiene el Ángel? ¿Cuántas consignas, mentadas de madre, gritos desesperados en forma de grafía, alaridos hechos tinta? De todas, ninguna sola raya sin razón, sin ira, sin desesperación.
El Metro de Nueva York estuvo años pintarrajeado por la ineficacia de su policía y la inseguridad rampante; el muro de Berlín contenía millares de mensajes que anhelaban libertad para los que sufrían su ausencia del otro lado. Deberíamos dejar el Ángel así hasta que pueda caminarse en la calle; hasta que no haya homicidas libres, violadores, explotadores ni acosadores al asecho. Hasta que haya justicia y se vaya el miedo.
De acuerdo con el Inegi, la tasa de incidencia es de dos mil 733 delitos sexuales por cada cien mil mujeres, cifra estadísticamente mayor a los mil 764 delitos estimados en 2016. Aunado a lo anterior, la percepción de inseguridad entre marzo y abril de 2018 es de 82.1 por ciento para las mujeres y 76.3 por ciento para los hombres.
Según el portal de Datos Abiertos de la Ciudad de México, este año van 103 casos de violación, 10 de violación equiparada y siete de violación tumultuaria, es decir, tan sólo en lo que va de éste año, 120 mujeres han sido violadas, entre ellas 14 feminicidios.
El informe sobre violencia contra las mujeres del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, con corte al 30 de junio de 2019, reporta 56 mil 285 mujeres víctimas.
Los feminicidios también aumentan: en 2015 fueron 411; en 2016, 600; en 2017, 742; en 2018, 879 y en 2019, en lo que va del año, 448. Mientras tanto los ofendidos por minucias dicen: "no manches" los monumentos.
En el caso de acoso u hostigamiento sexual, en 2019 se han reportado tres mil 582 incidentes. En el caso de violencia de pareja, a nivel nacional, en 2018 se reportaron un total de 259 mil 471 incidentes; en 2019 llevamos 143 mil 16. En cuanto a violencia familiar, a nivel nacional, en 2019 se han reportado 351 mil 682 incidentes. Imagine Usted los que no se han reportado. Todos sabemos que son muchos más.
El Ángel grafiteado nos restriega la falta de seguridad y respeto al ser humano de género femenino. Refleja el grito desesperado que a todos nos reclama. Es un símbolo de libertad pretendida. Esas pintas son nuestro Muro de Berlín.