Salvador Garcia Linan

La muerte de los hijos

Salvador García Liñán manda este mensaje a los padres que enfrentan la muerte de uno de sus hijos o hijas.

A Guada y Silvina

La muerte de los hijos es algo que a la mente humana le resulta imposible de aceptar, ya que va en contra de la naturaleza. El fin de una vida que apenas empieza es una crueldad casi inconcebible.

Algunas veces los padres tenemos que presenciar la enfermedad, el sufrimiento y la muerte de los hijos. A pesar de ello, tenemos que seguir viviendo. Tal vez tengamos otros hijos a quienes cuidar, pero nada llenará el vacío del hijo que ha fallecido.

Independientemente de la edad del hijo, ya sea un bebé, un niño, un adolescente o un adulto, cuando mueren los hijos, los sentimientos son devastadores. Los demás padres huyen.

El papel de los padres es amar, proteger, enseñar y cuidar a su hijo. Los padres esperamos morir siempre antes que nuestros hijos, es el orden natural de la vida. Cuando la situación se revierte y el hijo muere primero, algo o todo está equivocado.

¿Por qué vive una persona y otra muere? Sabemos que los afligidos supervivientes debemos seguir viviendo, recuperarnos de nuestra pérdida y continuar la vida. El duelo después de la muerte de un hijo es uno de los más prolongados y una de las pérdidas con las que es muy difícil vivir. Es necesario aprender a sufrir tus propias emociones. Aunque la muerte se lleve a tu hijo, la pena nunca desaparecerá.

Acepta tu dolor. Déjate sentirlo, no trates de ser valiente ¡Llora! ¡Grita! No sabes cómo ayuda. Hazlo cuando lo necesites.

Habla de lo sucedido. Comparte tu dolor con tu familia. No trates de "protegerlos" con el silencio. Busca una persona cercana con quien hablar, alguien que te escuche sin juzgar y si es posible busca a alguien que haya experimentado la misma pena. Habla de esto todo el tiempo que necesites. Si un amigo te recomienda "olvidar el tema", mándalo al diablo.

Mantente activo. Busca actividades que mantengan ocupada tu mente. Cuida de ti mismo. Tu pérdida se puede convertir en una amenaza para tu salud. Por el momento puedes sentir que la salud ya no te importa. Tu salud es importante. ¡Tu vida es valiosa!

Aliméntate bien. En esos momentos de terrible desgaste físico y emocional tu cuerpo necesita más que nunca de una buena nutrición.

Haz ejercicio con regularidad. Regresa a tus actividades anteriores. Si no las tenías, inicia algún tipo de actividad física. La depresión se puede combatir por medio de los cambios bioquímicos que se producen en tu organismo con el ejercicio. Media hora de caminata diaria te será útil y podrás dormir mejor.

Si cometiste algún error, recuerda que somos seres humanos imperfectos y que lo que un padre responsable haga por su hijo, siempre será tratando de que sea lo mejor para él. SI verdaderamente estás sufriendo culpa real, es aconsejable buscar ayuda profesional de tipo psicoterapéutico.

Probablemente te has preguntado una y otra vez: ¿Por qué a nosotros? Y habrás llegado a la conclusión, de que no existe respuesta aceptable a la muerte de tu hijo. Por lo tanto, debes trabajar para lograr de alguna forma la aceptación.

Fuente parcial: Dra. Elizabeth Kubller

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