La legislación sobre el consumo de cigarros electrónicos en Estados Unidos ("vaping", en inglés) por su peligrosidad, se ha convertido en una prioridad para los Demócratas de Estados Unidos, quienes exigen al presidente Trump que se prohíban los cigarros electrónicos con sabores, ya que al incorporarles sabores resultan más atractivos y populariza su uso en la gente joven. La acción del Congreso se basa en "la promesa del presidente Trump de prohibir los cigarros electrónicos de sabores en los productos con tabaco que se han vuelto tan populares en nuestros jóvenes".
Para una regulación más extrema, la FDA (Food and Drug Administration) propone prohibir los cigarros electrónicos de sabores debido a las estadísticas preocupantes en relación con los severos daños en los pulmones y las muertes ligadas a los cigarros electrónicos. (e-cigarettes products).
"The House Energy & Commerce Committe" espera que en esta semana quede prohibida la venta de los productos conocidos como "cigarros electrónicos con saborizantes" y que se imponga la edad de 21 años como mínimo para que los jóvenes puedan adquirirlos, prohibiéndose además su venta "online".
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, teme que la compra y el uso de tabaco saborizado a menores de 21 años, sería el mejor aliciente para incrementar el consumo de cigarros electrónicos.
La "Energy and Commerce Committe" está preparando dos propuestas más acerca de la mortalidad de su uso para dar a los estados la opción de extender la cobertura de Medicaid para las mujeres embarazadas de dos meses a un año después de la fecha de nacimiento.
El gobierno federal pagaría el 5 por ciento a los estados que decidan participar en el proyecto.